Trabajar en pos de otros es algo que Claudia Caroca siempre buscaba. Fue voluntaria de distintas iniciativas, perteneció al centro de estudiantes y, en tercero medio, conoció a una mujer que trabajaba con personas en situación de cárcel.

Quiso seguir sus pasos. Y lo hizo.

Primero ingresó como asistente social en Gendarmería, específicamente a Colina 2, un centro de reclusión que el año 2015 contaba con alrededor de 2.200 internos. Fue ahí donde tomó la decisión de transformar la vida de los reclusos: “empecé con un proyecto de un huerto para que ellos pudieran trabajar ahí y eso fue mejorando la calidad de vida al interior del recinto”.

Más de 250 hombres privados de libertad participaron entonces en el taller “Colina 2.Zero”, trabajando cinco horas diarias en tareas relacionadas con huertos orgánicos, compostaje, reutilización de materiales sólidos, eficiencia hídrica y reciclaje, entre muchas otras. Tan impactante fueron los resultados de la actividad creada por esta asistente social en los niveles de disminución de violencia y agresividad entre los reclusos, que el modelo fue replicado en diferentes recintos del país y del extranjero.

Gracias a esa iniciativa, en 2013 la cárcel fue reconocida como el Primer Centro Penitenciario con Modelo de Gestión Ambiental en Chile, y en 2015 Claudia Caroca obtuvo el Premio Mujer Impacta por su labor.

“Se generó todo un movimiento verde dentro de la cárcel… Con eso estamos tratando de mostrarle a la sociedad que podemos cambiar, que es posible relacionarnos con nuestras familas de una manera distinta”, comenta. “El propósito medioambiental fue un pretexto que logró generar un cambio de mentalidad, para que los internos descubrieran que eran útiles para algo; que vieran un sentido; que se dieran cuenta de que hay oportunidades para transformar nuestras vidas en cualquier minuto, y que nuestro pasado no tiene por qué replicarse o definirnos”, sostiene.

Sin embargo, esta Mujer Impacta hace hincapié en que “la reinserción es responsabilidad de todos” y que, aunque su iniciativa verde significó “un pequeño grano de arena”, es importante que “como sociedad nos vayamos haciendo cargo de este proceso al que se enfrentan las personas que alguna vez fueron privadas de libertad”. “Todos tenemos que comprometernos con ellos”, puntualizó.

El trabajo de Claudia Caroca está lejos de terminar. Actualmente, apoya una plataforma e-commerce de Gendarmería llamada Rehace (www.rehace.cl), donde se dan a conocer y son puestos a la venta productos realizados por los internos en sus talleres, y donde se muestran “una serie de historias exitosas”.