Tomó una escoba para barrer su calle en la comuna de San Ramón. Lo hacía porque soñaba con que su entorno se colmara de dignidad y color, lográndolo junto a la ayuda de algunas vecinas que decidieron salir también de sus casas para ayudarla a limpiar. Así recuperó espacios públicos perdidos que había en la comuna.
Se crió en una mediagua donde su madre se pasaba todo el día exigiéndole que estudiara. Ahora es directora de la Escuela Presbiteriana El Salvador en Peñalolén, establecimiento reconocido por el Mineduc como uno de los 25 centros educacionales con menor acoso escolar.
Tenía todo para dedicarse a la investigación universitaria, pero prefirió cambiarlo para ser la líder del proyecto Bus ConCiencia, un laboratorio científico móvil que acerca la ciencia a escuelas vulnerables del país, en forma gratuita.
Impactada veía cómo los niños de su barrio trabajaban, no tenían para comer y muchos estaban sumidos en la droga. Para ellos acondicionó un club deportivo abandonado donde aprenden BMX Free Style (saltos en bicicletas sobre rampas). Los niños aumentaron en el gimnasio y disminuyeron en la calle: el deporte ha ayudado a promover la vida sana.
Trabajando como terapeuta ocupacional con personas esquizofrénicas, creó una pastelería donde los pacientes pudieran hacer y vender productos, logrando un ingreso digno y ser un aporte para sus familias. Ya hay dos locales atendidos por alrededor de 25 personas.
Dejó el hábito de monja para dedicarse completamente a acoger, rehabilitar y reinsertar socialmente a mujeres que ejercen la prostitución en Valparaíso. Así inició la Fundación Betania Acoge, donde aprenden un oficio y cuentan con una importante red de apoyo.
Formó “Las Bordadoras de Alto Hospicio”, con el fin de cambiar el estigma negativo del pueblo del norte, donde participan más de 300 mujeres vulnerables creando grandes murales bordados que cuentan la historia de la zona, con lo que han generado una excelente fuente de ingresos.
Esta religiosa es la coordinadora de la Pastoral de Diversidad Sexual, que acoge y acompaña en la fe a homosexuales católicos que se sienten juzgados y discriminados por la sociedad.
Desde su casa veía cómo los niños de la población Juan Pablo II jugaban en la orilla del río Mapocho. Para ellos fundó un colegio en Lo Barnechea, destacándose por dar educación gratuita, integral y de calidad a niños en situación de vulnerabilidad y pobreza.
Su experiencia de abandono en la niñez la impulsó a crear la Fundación Las Parcelas, en La Pintana. Allí acoge diariamente a alrededor de 50 niños para protegerlos de las drogas y la violencia que acechan en la zona, dándoles contención y alimento.
Siendo muy joven, comenzó a trabajar en la sección de rehabilitación de un hospital público. Por los pacientes que conoció, creó la Fundación Tacal, que capacita a personas vulnerables en situación de discapacidad y los ubica en puestos de trabajo de acuerdo a sus habilidades.
En medio del ambiente hostil de la cárcel, creó el taller de reciclaje y medioambiente llamado Colina2.zero. Enseñando sobre sustentabilidad a los internos, logró disminuir los niveles de agresividad y violencia entre ellos.
Mientras trabajaba en Viena, sintió que le faltaba algo a su vida. Volvió a Chile y creó la Fundación Teatro del Lago en Frutillar, que a través de la cultura ha acercado a más de 120.000 niños a diversas expresiones artísticas. Además, da formación musical a jóvenes talentos de escasos recursos.
Fundó “Yo elijo”, el primer afterschool de Chile, que prepara a jóvenes de escasos recursos y bajo rendimiento académico para ingresar a la universidad y acompañarlos en sus estudios. Actualmente hay más de 480 jóvenes cursando la educación superior gracias a este apoyo.
Dirige la Fundación Santa Clara, que acoge a niños portadores de VIH. Los cuida, abraza y les entrega todo el amor que tiene, aunque sabe que ellos al poco tiempo dejarán el hogar para ser adoptados o volver a sus familias de origen.
Luego de ver por la televisión a unos niños que vivían a orillas del Mapocho, decidió salir de la comodidad de su casa para crear la Fundación Abrazarte. A través de ella ayuda a niños y jóvenes en situación de calle, entregándoles cariño y herramientas para reinsertarse en la sociedad.
Se crió en La Legua, lugar del que emigró y al que decidió regresar al quedar viuda con 29 años y 2 niños. En 2004 formó el grupo folclórico Raipillán donde bailan 300 jóvenes de situación vulnerable, quienes pueden practicar en un ambiente sano, rodeado de personas que los apoyan. Incluso han logrado financiar los estudios superiores de varios de ellos gracias a donaciones privadas.
A los 24 años un accidente automovilístico la dejó tetrapléjica, pero no la amilanó: creó el programa radial “Saliendo a flote”, donde aborda temas relacionados con los derechos y deberes de las personas con discapacidad.
Habiendo tenido una infancia difícil, se convenció de que todo niño merece ser feliz. Por eso impulsó la Fundación Ideas para la Infancia, iniciativa que capacita, entrena y da herramientas a distintos profesionales que trabajan con menores y sus familias.
En un viaje se impresionó por la extrema pobreza que vio en el sur de Chile. Sacó de su casa todo lo que ya no usaba y lo vendió para utilizar las ganancias en microcréditos para mujeres de La Araucanía. Así nació la ONG Debuenafe, que tiene varios buzones repartidos por Santiago para recolectar las donaciones, y ha beneficiado a más de cuatro mil mujeres a lo largo del país.
Luego de trasladarse con su marido a San Javier y enfrentarse a la imposibilidad de tener hijos, decidió adoptar para convertirse en madre. Así surgió su preocupación por las mujeres que piensan en el aborto y creó Amigos del Maule por la Vida, que apoya, acompaña y brinda asistencia a mujeres con embarazos vulnerables hasta después del nacimiento.
Madre de cuatro hijos, dos de ellos con discapacidad, ha experimentado en carne propia las dificultades que conlleva moverse en una ciudad no preparada para trasladarse en silla de ruedas. Pero de la queja inicial pasó a la acción y creó la Corporación Ciudad Accesible, que promueve la accesibilidad universal en nuestro país.
Quiso ser bailarina, pero la vida la llevó por un camino que hoy la satisface más. Creadora de la Fundación LaCaracola, acompaña y da apoyo a niños con enfermedades terminales. A través del arte, les enseña a manejar y expresar sus emociones, ayudándolos a ellos y a sus familias en el doloroso y difícil proceso de enfrentarse a la muerte.
Esta mujer que sufre de lupus, abandonada al nacer y luego adoptada por una madre analfabeta, es directora de una escuela rural de la Región de Los Ríos. Logró que un 2° básico lograra el segundo lugar nacional en el SIMCE y trabaja todos los días para que sus alumnos, la mayoría de origen mapuche, valoren sus raíces y tradiciones.
Esta gendarme se dedica a fomentar la reinserción social, para que la prisión deje de ser una escuela del delito. En el Centro de Educación y Trabajo de la cárcel de San Joaquín, aumentó las plazas de empleo y los sueldos a más de 300 internas.
Madre de un hijo ciego y con múltiples discapacidades, fundó y dirige con gran esfuerzo la corporación Corpaliv, para brindar de manera gratuita oportunidades de educación y rehabilitación a niños y jóvenes en similares condiciones.
La enfermedad de una de sus hijas la impulsó a fundar Amigos de Jesús, institución que cuenta con varias casas abiertas para recibir, educar y dar espacios de recreación y rehabilitación a niños de escasos recursos con algún tipo de discapacidad.
En memoria de su hermano deportista, busca alejar a niños en riesgo social de peligros como la droga y la violencia, ofreciéndoles distintos talleres deportivos y recreacionales a través de su Fundación Ganémosle a la Calle.
Decidida a contribuir para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores en Chile, es presidenta de la Fundación AMANOZ, que brinda apoyo y acompañamiento a personas de la tercera edad, a través de distintas actividades, talleres y visitas domiciliarias.
Para dignificar a través del trabajo a hombres en situación de calle acogidos en la Hospedería del Hogar de Cristo, creó la Fundación Expreso, a través de la que les da la oportunidad de aprender y ejercer un oficio, elaborando tablas de cocina con maderas recicladas, por las que obtienen un ingreso.
Emprendedora de esfuerzo, logró un gran éxito con sus empresas en Coquimbo, y al ver las necesidades educativas de sus trabajadores, implementó dos colegios gratuitos, uno para adultos y otro para estudiantes de pre-kinder a cuarto medio, ofreciéndoles una oportunidad.
Al conocer a los niños enfermos terminales en los hospitales de nuestro país, esta atleta de alto rendimiento impulsó la Fundación Deportistas por un Sueño para apoyar, acompañar y ayudar a estos pacientes y sus familias en el difícil proceso que enfrentan.
Sufrió bullying escolar y ahora promueve la convivencia positiva entre los estudiantes. Logró liberarse de todas las secuelas negativas para compartir una historia con final feliz, generando un cambio en muchos niños que han vivido situaciones de maltrato.
Trabajadora social y primera mujer guardia de seguridad de Arica, ofrece clases de karate-do a mujeres víctimas de violencia doméstica, para fortalecer su autoestima y renacer espiritualmente, fomentando su desarrollo a través de la defensa personal.
Al enterarse que había sido adoptada, y de manera irregular, comenzó una ardua búsqueda de sus orígenes. En este proceso descubrió que muchas personas vivían una situación similar, por lo que decidió dedicarse a propiciar el encuentro entre padres e hijos biológicos que anhelan conocerse.
Continuando una labor iniciada por su padre en 1925, a sus 93 años dirige en Punta Arenas una fundación que provee casa, alimentación y bienestar a adultos mayores en situación de abandono. Se les da un hogar digno y la atención necesaria para que vivan independientes y cómodos sus últimos años.
Al perder a una hija a causa del cáncer, creó una fundación que ofrece servicios de calidad a niños oncológicos y sus familias en hospitales públicos del país, ofreciéndoles de manera gratuita apoyo médico, social, escuelas hospitalarias, casas de acogida, entre otros.
Capellana de Gendarmería en un Centro Penitenciario Femenino, reinserta social y laboralmente a las reclusas, acogiéndolas y dándoles herramientas a fin de favorecer su reincorporación a la sociedad.
Profesora de una escuela en Angol en donde creó un taller de ciencias y ecología. En 2014 estuvo en la Feria Internacional del Aire y el Espacio en donde expuso una investigación realizada con los alumnos. Postuló a la Organización de Naciones Unidas para que donaran un “Clinostato” y en 2019 obtuvo el premio Global Teacher Prize.
Llegó desde Cauquenes a Santiago como asesora de hogar. Impresionada por la situación de la gente de calle, se unió a un grupo que les preparaba comida. Hasta sus últimos días de vida trabajó como secretaria, y en su tiempo libre, gracias a donaciones, cocinó y repartió platos calientes cada semana a quienes lo necesitaban.
Rossana ha vivido por años en un lugar contaminado con desechos mineros, Tierra Amarilla. Con el objetivo de mejorar su entorno, transformó los relaves mineros, que están a cinco metros de las viviendas, en eco adoquines. Los ladrillos ecológicos se usan para construir plazas o caminerías en donde hay residuos contaminantes.
El 2005, su hijo José Ignacio tomó la decisión de quitarse la vida. Viviendo su duelo, decidió especializarse en técnicas de ayuda a través de diplomados y cursos de asistente en intervención de suicidios y entrenadora en crisis. Así nace la Fundación José Ignacio, donde apoya en la prevención del suicidio y acompañamiento de los padres.
Cuando fue mamá por segunda vez, a su hijo Matías le diagnosticaron autismo y le aseguraron que no caminaría. Investigó hasta conocer en Colombia la Terapia ABA, basada en el análisis, el comportamiento y la aplicación. La probó y tuvo resultados positivos, generando en ella interés por capacitarse y aplicar la terapia en Chile.
Fundadora y Presidenta de Fundación Fempo ( Fundación de estética y micropigmentación paramédica oncológica ). Presente en Chile y España. Atendiendo de forma gratuita y sin distinción a más de 5.000 mujeres que han padecido un cáncer de mama, reconstruyendo el complejo Areola Pezón, con la técnica de Micropigmentación oncológica, en mujeres mastectomizadas.
Durante sus vacaciones en la Isla Robinson Crusoe, esta fonoaudióloga encontró a un niño que no pronunciaba su nombre. Le propuso enseñarle al día siguiente y, para su sorpresa, llegó una fila de personas. Ahí nació el programa de estimulación para niños de la isla. Presentó el proyecto en la Universidad de Chile y aplicó al programa de fondo central de investigación.
Su hija Rocío fue diagnosticada con parálisis cerebral. Debido a su propia experiencia, nació Mamá Terapeuta, convirtiéndose en su primer libro, donde cuenta su historia personal como mamá y cuidadora de su hija. Otro de sus objetivos en este camino, ha sido el de humanizar el trabajo de las cuidadoras.
Madre de dos hijas que fueron violentadas por el jardinero del jardín infantil al cual asistían. Luego de haber podido hacer justicia en donde el abusador fue encarcelado por más de 5 años, creó la fundación “No más abuso sexual infantil”, para ofrecer de manera gratuita apoyo legal, social y psicológico a las familias que exigen justicia.
Luego de un viaje que realizó con su marido a Estados Unidos, conoció un modelo interactivo de desarrollo que tiene como foco la educación en niños de 2 a 4 años. Con el apoyo de su marido, en 2015 nace la fundación Niños Primero, a través de la cual realizan sesiones de estimulación lideradas por monitoras.
Cuando a su marido le diagnosticaron párkinson, ella fue su apoyo. Así fue como empezó a acompañarlo a sus terapias, y viendo que cada día estaba más débil, tomó las riendas y decidió tratarlo ella misma. Al ver los buenos resultados, decidió ayudar a los que sufrían la misma enfermedad. Así nace la Fundación Regional de Parkinson Maule.
Mitigar el cambio climático. Nunca vio tanta necesidad de tomar acciones concretas para adaptarse al cambio climático como cuando se trasladó a la Región de Coquimbo. Hace cinco años creó la Fundación Un Alto en el Desierto, organización sin fines de lucro que hoy apoya a 15 escuelas rurales que reciclan “aguas grises”, ahorrando lo equivalente a 100 camiones aljibe al año. Con su iniciativa ha beneficiado a más de 20.000 personas.
Nueva instancia de empleabilidad. Busca luchar contra dos paradigmas: por un lado, la baja participación femenina en la industria tecnológica; y por otro, la creencia de que se necesita un diploma universitario para agregar valor a la sociedad. Hace cinco años fundó Laboratoria en Chile, un startup social que entrega una carrera en tecnología a mujeres que no han tenido oportunidades de acceder a educación de calidad. A la fecha, 500 mujeres han egresado de los cursos.
Lectura para todos. Acercar el universo literario a todos los habitantes de la Región de Los Lagos ha sido siempre una determinación de María Teolinda Higueras. Hace décadas ayudó a fundar la biblioteca de Quemchi y, desde 2016, cuenta con su propia bibliolancha Itinerante, única en todo el país y que llega a cada isla del archipiélago para que sus habitantes puedan visitar la biblioteca y también recibir capacitaciones y talleres culturales.
Acogida de niños. Luego de ver a menores de corta edad trabajando en Curicó por unas pocas monedas, Silvia Sittler creó hace más de 20 años la Corporación NAIM, una entidad privada sin fines de lucro cuya misión es acoger durante el día a niños, adolescentes y familias que viven en marginalidad social y vulneración de derechos. El lugar busca ser un espacio de acogida, donde compartan entre ellos. Solo en 2020, ha apoyado a más de 300 niños y familias.
Cuentos para la infancia sorda. Cuando Natacha Valenzuela descubrió que la infancia sorda no conoce el español y la lectura como los demás la conocen, decidió actuar. Tomó algunos libros de cuentos que ella misma había escrito y junto a un grupo en Viña del Mar los convirtió en obras literarias adaptadas para la comunidad sorda: videolibros en lenguaje de señas. Tras más de cinco años, ha beneficiado a cientos de familias y niños.
Una batalla contra el cáncer. Después de que su hija pequeña y posteriormente su marido fueran víctimas del cáncer, Mónica Arteaga se vio en la necesidad de estar lejos de su familia mucho tiempo debido a los tratamientos. Al volver, sintió la responsabilidad de apoyar a aquellos que se vieran en una situación similar a la suya y hace 19 años creó la Fundación de Ayuda al Niño Oncológico Casa Sagrada Familia, en Santiago, que puede recibir simultáneamente a 30 niños con su apoderado. A la fecha ha apoyado a más de 400 familias y hoy busca construir un hóspice pediátrico, para niños que estén en la etapa final de su vida.
Frenar el ciberacoso. Evanyely Zamorano y su marido vivieron lo peor que le puede pasar a un padre: su hija Kathy se suicidó en 2018 luego de varios episodios de ciberacoso que no lograron detectar. Durante el duelo, crearon la Fundación Summer con el objetivo de sensibilizar a las comunidades escolares del país respecto del bullying y prevenir el suicidio juvenil. Solo en 2019 impartieron más de 200 charlas a distintas comunidades educativas, impactando a más de 80.000 personas de forma directa.
Apoyando a la comunidad. Karen Berríos nació y creció en el campo y desde los 16 años ha ayudado a los vecinos del sector de Fresia. Hoy es directora de Lechería Sustentable, una granja agrícola donde siempre está vinculada a su comunidad mediante juntas de vecinos, clubs deportivos, centros de padres. Desde ahí, Karen promueve el manejo de las praderas, con la conservación y gestión ecológica del bosque nativo de la comuna de Fresia. Con esta iniciativa, ha ayudado a más de 1.000 personas de la zona.
Enfermar con dignidad. Oriunda de la Serena, tras vivir un gran sufrimiento por la muerte de su ahijado siendo sólo un niño, Elena Bolados se propuso luchar por que todos los niños de la región enfermos de cáncer tuvieran dignidad para vivir y más aún, dignidad para morir a través de la Organización de Padres de Niños Oncológicos, donde se les da ayuda en recursos, pañales, útiles, acompañamiento, reembolso de pasajes y apoyo psicológico a los padres durante el tratamiento de sus hijos.
En el año 1990 ingresó a bomberos en Paine, labor que realiza hasta el día de hoy y que conjuga con su trabajo como ejecutiva bancaria. Ser bombera le permitió tener los primeros acercamientos a personas en situación de calle, lo que la motivó hace 10 años a fundar la agrupación “Acción Calle”, en donde entrega ropa, higiene, comida y cariño a personas sin hogar.
Hace más de 5 años llegó a Chile. Licenciada en educación musical y con un magíster en Gestión de Políticas Culturales por la Universidad Central de Venezuela. En uno de sus trabajos, vio muchos currículums de inmigrantes buscando dónde enseñar. Fue así como en 2017 nace la “Fundación Música para la Integración”.
Madre de cuatro hijos, periodista y profesora. En abril de 2020, dos alumnas universitarias se contactaron con ella porque tenían la idea de hacer clases en línea a niños y niñas que, producto de la pandemia, necesitaban reforzamiento académico. Fue así como María Ignacia se transformó en la mente maestra de “Conectado Aprendo”.
Llegó desde Parral y se instaló en los departamentos abandonados Copeva de Bajos de Mena, en Puente Alto. Cayó en drogadicción e incluso llegó a dormir en el suelo. Sus vecinos la ayudaron a salir de esa situación, y por esto creó un medio de comunicación local, organizando una red que ha beneficiado a más de 300 familias de la comunidad Bajos de Mena.
En 2018 investigó las mayores demandas de la población y comprendió que uno de los principales descontentos era la diferencia de sueldos entre empleados y empleadores. Impulsó un programa con el fin de que dentro de cada empresa no haya una diferencia mayor a 10 veces entre el sueldo más alto y más bajo, con un mínimo imponible de 22 UF. Así es como nace la Fundación 10x.
Hace 12 años fundó la Agrupación Autismo Rancagua, para ayudar a niños y adolescentes a desarrollar su autonomía incluso si no tienen recursos económicos. Del mismo modo, la Fundación Inclusión Azul (al alero de la agrupación) ha ayudado a más de 600 familias en la región. Se financian con trabajos voluntarios, además con la campaña de reciclaje “Tu lata es mi terapia”.
Junto a su marido y un sacerdote fundó la Fundación Altiplano, donde restaura iglesias y viviendas patrimoniales en territorio Aymara. Después de 15 años, está encabezando un plan de reconstrucción de 31 templos andinos, en coordinación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Subsecretaría de Desarrollo Regional.
Kinesióloga viñamarina que provee a adultos mayores de herramientas para que puedan prosperar en sus negocios. Lo hace a través de la plataforma Jubilab, que promueve los emprendimientos de la tercera edad o les busca empleos acordes a sus capacidades. Hasta el 2021, ha ayudado a más de 130 personas.
En 2018 dio vida a Basura Playera, un proyecto que involucra a las comunidades para conectarlas con el océano y motivar un cambio para un futuro sustentable. A través de talleres, charlas y limpieza de playas con colegios, vecinos, empresas e instituciones, ha logrado crear conciencia sobre la basura de la región, impactando a 10.800 personas de manera directa.
En 2019 vuelve a Chile desde Nueva York, y crea Fundación Sonrisas, la que busca acercar la salud bucal a niños que lo necesitan, a través de operativos de salud de manera gratuita. En la actualidad, a través de la Ruta Sonrisas, ha logrado generar acceso a la salud bucal a más de 8.000 niños y adolescentes en nueve regiones del país.
En 2014 funda Presente, una organización que se dedica a enfrentar el ausentismo crónico de los estudiantes desde una mirada pedagógica y formativa. Acompañan, asesoran y capacitan a las comunidades escolares para incentivar la asistencia y educar sobre su importancia. La fundación ha rescatado a 18.290 estudiantes y ha recuperado 596 mil días.
El año 2020 fundó REVIVIR, una fundación que administra seis condominios de viviendas tuteladas, ubicadas en Punta Arenas, Coyhaique, Valdivia, Mariquina, Temuco y San Ramón. Además, este proyecto entrega atención domiciliaria para la tercera edad. En los condominios tutelados viven 110 residentes y la atención domiciliaria llega a 80 vecinos.
Remadora, en el año 2016 conoció un estudio canadiense que demostraba que el remar en bote dragón evitaba el linfedema en las “supervivientes” de cáncer de mama. Desde ese momento, comienza a trabajar para formar el primer equipo de Remadoras Rosa en Chile. Hoy hay más de 100 remadoras rosa a lo largo del país y cada año se suman nuevas participantes.
Creó Prefiero el Maule, una iniciativa que visibiliza emprendimientos de la región de manera gratuita a través de medios de comunicación, publicidad, redes sociales y alianzas con empresas y universidades. El objetivo es motivar a los maulinos a comprar productos locales. A través de estas plataformas, han beneficiado a 600 emprendimientos de manera directa.
En 2020 crea RAFA y trae a Chile, Comunidades Compasivas, un modelo con respaldo de la Soc. Española de Cuidados Paliativos y la Asociación Latinoamericana de cuidados paliativos. Acompañan social y espiritualmente (interreligioso) a personas al final de la vida. Capacitan cuidadores y promueven la creación de comunidades colaborativas en torno a pacientes con enfermedades avanzadas.
En 2015 impulsó el grupo TEApaño que en 2017 dio vida a la fundación Yo Soy Autismo. Crearon un espacio para padres, familiares y cuidadores de niños, jóvenes y adultos diagnosticados o no con Trastorno del Espectro Autista. Abrieron un chat a través de WhatsApp en el que hay 400 personas, Facebook posee siete mil seguidores y han capacitado a más de 100 compañías.
En 2012 crea la fundación Sentido ante una de las situaciones más crudas del Sename: los jóvenes al egresar, sin redes y sin ninguna preparación, tienen un único destino, la calle. Actualmente dirige un programa de viviendas compartidas para 24 jóvenes con el cual cubren la totalidad del costo de vida.
Creó Fundación Amparos en 2014, desde donde acoge y acompaña a quienes han pasado por la dolorosa vivencia de perder a un/a hijo/a durante el embarazo, el parto o a edad temprana, ofreciéndoles un espacio de escucha, acompañamiento y contención. Entregan cajas de memoria, generan encuentros, cursos de formación y desarrollo de protocolos de atención en salud y área psicosocial.
Llegó la pandemia, y junto con ella, la soledad y el hambre. Celia Ramírez (51) pensó inmediatamente en su mamá que vivía en Coquimbo. “Me dio mucha pena lo sola que estaría por el confinamiento, pero por lo menos ella tenía los recursos para poder comer. En mi comuna (El Tabo), había abuelitos que no, que iban a tener que pasar hambre durante los meses que tuvieran que encerrarse”, pensaba. Pero a problemas, soluciones. Es así como Celia cocinó lentejas un domingo y salió a las cinco de la mañana a entregar almuerzos a 40 adultos mayores. En una semana ya estaba entregando 100 platos de comida. Unos meses después, ya eran 260. Mujer impacta la escogió como emprendedora social en la causa de Adulto Mayor por el trabajo que realiza con su fundación Tu Vejez Con Dignidad y Cariño. La iniciativa, creada en 2022, busca ayudar a los adultos mayores de El Tabo, a través de la entrega de almuerzos y la realización de talleres. Los lunes, miércoles y viernes entregan 65 almuerzos diarios. Los martes y jueves visitan a los adultos mayores que necesiten cuidados o que tengan problemas de movilidad. Los talleres se realizan regularmente y una vez al año organizan un evento masivo que busca beneficiar a mil personas de la tercera edad. Hoy, Tu Vejez Con Dignidad y Cariño cuenta con 65 adultos mayores inscritos y un equipo de 12 voluntarios que trabajan como cocineros, repartidores y asesores. Ahora, junto a Mujer Impacta, Celia seguirá trabajando para que su noble causa haga del país un lugar más empático y solidario.
5 millones y medios de chilenos mayores de 18 años no han completado su educación media, según una encuesta de la CASEN realizada el año 2019. En 2004, el Ministerio de Educación llamó a una convocatoria para hacerse cargo de la problemática. Debbie Bustamante (65), con una profunda vocación de profesora, sintió el llamado y decidió fundar EntreSer, desde donde da la oportunidad a adultos de terminar su escolaridad, entregándoles diferentes habilidades para desarrollarse de forma íntegra. Hoy, debido a su noble trabajo en la causa de Educación, Debbie fue elegida para formar parte de la red Mujer Impacta.
EntreSer, 19 años después de su creación, tiene tres sedes: Santiago, Colina y Valparaíso. A la fecha han logrado que 9.000 chilenos completaran de manera totalmente gratuita sus estudios.“Hay detrás un equipo de profesores preparados, con experiencia y amor por la educación de los adultos. Educamos con diversas metodologías, para atender a la heterogeneidad de edades que tenemos al interior de nuestros cursos, lo que se convierte en un tremendo desafío”, afirma Debbie.
Con un importante énfasis en las mujeres, EntreSer se hizo cargo de un segmento de la población que, lamentablemente, no estaba siendo atendido. “Hay mujeres de más de 70 años que pudieron terminar su educación con nosotros y hoy se sienten realizadas, despiertas y renovadas por haber estudiado en la fundación”, asegura Debbie. La emprendedora social, en busca de expandir sus horizontes, seguirá recorriendo su camino acompañada de Mujer Impacta.
Corría el año 2011 cuando con luces, reflectores, y miles de personas viéndola, Isidora Guzmán (18) se mostraba al mundo al ser elegida como Niña Símbolo de la Teletón. Tenía solo seis años, pero en ese momento se dio cuenta de que quería generar un cambio en términos de inclusión y accesibilidad para personas que, como ella, viven en situación de discapacidad.
Nada la detuvo. Siete años después, en conjunto con la Municipalidad de Las Condes, desarrolló una aplicación que ayuda a las personas en situación de discapacidad a encontrar estacionamientos de manera fácil y rápida. Tras esto, decidió expandir su aporte y en 2020 fundó Encuentra Tu Lugar, iniciativa que ayuda a las personas en situación de discapacidad a encontrar espacios inclusivos y accesibles, y por la que fue elegida para formar parte de la red Mujer Impacta.
Actualmente, la fundación se divide en diferentes secciones: encuentra tu colegio, tu vocación, tu panorama, tu trabajo, tus derechos y tu estacionamiento. “Encuentra Tu Lugar fomenta una cultura de inclusión y respeto, brindando apoyo y recursos para que las personas con discapacidad puedan desarrollarse plenamente y alcanzar su máximo potencial en todas las áreas de la vida”, aseguran desde la fundación.
La condición de Isidora no ha sido un impedimento para participar de diversas instancias, tanto nacionales como internacionales. Además, ha sido premiada en innumerables ocasiones. Es joven agente de cambio de la Organización Internacional Ashoka, es parte de ONU Mujeres, la destacaron como Mujer Innovadora desde las disciplinas STEM por Google, fue seleccionada dentro de las 100 mujeres líderes del año 2022, fue parte del Foro juvenil ECOSOC por ser reconocida como joven líder mundial, entre muchos otros reconocimientos.
De la mano de Mujer Impacta, Isidora seguirá trabajando para construir una sociedad diversa e inclusiva, que respete y entregue igualdad de oportunidades a todos los chilenos.
Los abuelos de Francisca Díaz (52) le inculcaron desde chica la preocupación por los más necesitados. Durante años visitó una residencia de protección de niñas en Maipú, donde es madrina y desarrollaba actividades recreativas y culturales. Una década después, estas niñas ya eran adultas, y Francisca se dio cuenta de que la mayoría egresaba del sistema con rezago educacional, sin familia y sin herramientas para una vida autónoma y autosuficiente. ¿Cómo no iba a hacer nada al respecto?
Mujer Impacta la eligió como una de las emprendedoras sociales de 2023 por su aporte en la causa de Reinserción con la fundación Candelaria Apoya. La iniciativa, creada en 2020, busca acompañar y potenciar a jóvenes que egresan de los programas de Cuidado Alternativo del Servicio Nacional de Protección Especializada, entregándoles las herramientas, capacidades y recursos necesarios para que puedan alcanzar una vida adulta plena.
Junto a su equipo de 9 personas, y ahora de la mano de la red Mujer Impacta, Francisca busca seguir entregando apoyo educativo, laboral y psicosocial a los jóvenes que más lo necesitan.
Desde 2013, cada noviembre se realiza el Carnaval del Sur en la Región de los Lagos. Esta fiesta cultural convoca cerca de 3.000 personas que celebran la biodiversidad y el patrimonio inmaterial. Fue en 2020 cuando Carolina Cruz (46) decidió incluir en la fiesta a niños y jóvenes de la región que se encontraban en residencias de menores, para entregarles experiencias artísticas, creativas y culturales.
Carolina fue integrada a la red Mujer Impacta por su trabajo en la causa Cultura y Vida Sana, gracias al proyecto Laboratorio Carnaval del Sur. La iniciativa busca entregar a niños y jóvenes herramientas que les permitan desarrollar su imaginación, sus emociones y promover sus talentos. “Todos los niños son hijos de todos, como adultos, tenemos que hacernos cargo de la infancia”, afirma Carolina.
La iniciativa cuenta con más de 357 niños, niñas y adolescentes inscritos, de entre 4 y 20 años, que provienen de residencias de menores, establecimientos educacionales públicos, entre otros. A ellos, todas las semanas se les dicta cursos teatrales y se les prepara para la celebración del carnaval. Ahora, de la mano de Mujer Impacta, Carolina espera seguir expandiendo sus horizontes como agente de cambio.
Durante su segundo embarazo, en 2012, Andrea Allamand (46) se enteró de que su hija Antonia podría nacer con síndrome de Down. Fue un periodo difícil, de incertidumbre, miedo y desamparo, pero esas emociones fueron las que la movilizaron en 2014 a encontrar familias que estaban viviendo una situación similar. Juntos, decidieron buscar soluciones y comenzaron a acompañarse en el camino de disfrutar la llegada de sus hijos al mundo.
Este año, Andrea se integra a la red Mujer Impacta por su iniciativa en la causa de Primera Infancia y Jóvenes con la fundación Down UP. La organización, creada en 2016, acompaña y contiene a las familias al recibir el diagnóstico de que sus hijos tienen síndrome de Down, y comparte el proceso de crianza.
Down UP recibe a más de 500 familias al año que buscan sentirse parte de una comunidad de apoyo y contención, y ya han inaugurado filiales en la Región del Bío Bío, Ñuble y Araucanía. De la mano de Mujer Impacta, Andrea espera seguir creciendo a lo largo de Chile para acoger a más familias que lo necesiten y avanzar en términos de inclusión.
Magdalena Contreras (40) y su marido son dueños del restaurante Brasas del Sur, en Quilpué. Cuando llegó la pandemia, y con ello el cierre de los locales del rubro gastronómico, decidieron utilizar su infraestructura para almacenar alimentos y entregar platos de comida a personas en situación de calle.
Magdalena se integra a la red Mujer Impacta por su trabajo en la causa de Desarrollo Territorial a través de la fundación Una Comida Caliente Al Día. La iniciativa que entregó cenas gratuitas a personas en situación de calle durante la pandemia, hoy entrega suministros a las ollas comunes de la comuna de Quilpué, gracias a donaciones de empresas, ferias, y personas particulares. De esta manera, la organización funciona como una distribuidora que logra canalizar la ayuda de todos quienes deseen aportar.
Una Comida Caliente Al Día ha llegado a entregar alrededor de 4.000 raciones de alimentos a la semana y cuenta con 20 voluntarios. De la mano de Mujer Impacta, Magdalena espera seguir creciendo para ayudar a quienes más lo necesitan.
Elena Valdenegro (43) estudió Pedagogía en Educación Diferencial con especialidad en Trastornos de la Visión. En su tesis de pregrado investigó las dificultades que tienen las personas ciegas para estudiar música, y comenzó a viajar por el mundo en busca de soluciones. Fue en uno de esos viajes que descubrió la musicografía Braille; un sistema de signos para la escritura de música que utilizan las personas no videntes.
Mujer Impacta la escogió como una de las emprendedoras sociales 2023 en la causa de Ciencia, Tecnología e Innovación por el gran trabajo que realiza con fundación Idava. La organización tiene como misión posibilitar que las personas en situación de discapacidad puedan acceder y participar plenamente del arte, la cultura y las ciencias.
Elena sueña que las brechas existentes se eliminen y que el arte sea accesible para cualquier persona. Con 13 años de experiencia, la emprendedora social espera seguir trabajando - ahora acompañada de Mujer Impacta - para que las personas en situación de discapacidad visual disfruten del arte y la música.
Mientras estudiaba odontología, Carolina Bravo (37) ingresó a un grupo de voluntarios que realizaban tratamientos de salud oral en distintas partes de Chile. Ahí nació su ímpetu por seguir ayudando y decidió irse a Isla de Pascua para ofrecer sus servicios como especialista.
Carolina fue elegida para formar parte de la red Mujer Impacta en la causa de salud por el gran trabajo que realiza en la isla con la ONG Sonríe Siempre. La iniciativa creada en 2016, lucha por acercar la atención odontológica a uno de los lugares más alejados del mundo. Sonríe Siempre cuenta con más de 50 voluntarios y ha brindado más de 5.000 prestaciones de atención gratuita a los habitantes de Rapa Nui, mejorando el acceso a la salud oral de los isleños.
Gracias a Carolina, se han descongestionado las largas listas de espera de especialidades odontológicas del hospital Hanga Roa. De la mano de Mujer Impacta, Carolina espera seguir superando las adversidades que pueden aparecer en su camino como emprendedora social.
Cuando llegó a Villarrica, Silvia Recabarren (67) no pudo dejar pasar el abandono que sufrían los adultos mayores. Impulsada por la angustia de ver a muchas mujeres que vivían solas y no tenían con quien compartir, formó grupos de apoyo comunitario para enseñarles manualidades y hacer actividades en pro del cuidado medioambiental de la comuna.
Mujer impacta la suma a su red de emprendedoras sociales en la causa medioambiente por el trabajo que realiza con la iniciativa Adultos Mayores en Acción. Este proyecto que comenzó en 2020, además de reunir a sus integrantes semanalmente para compartir y bordar, realiza actividades que fomentan el cuidado del medioambiente de la región.
Los adultos mayores se juntan todas las semanas a pintar tarros para la basura, y los instalan en playas y plazas. También, han arborizado la zona en conjunto con la Municipalidad. Ahora que es parte de Mujer Impacta, Silvia espera aprender y compartir sus conocimientos con toda la red de emprendedoras sociales.
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