Proyecto de fonoaudiología en isla de Robinson Crusoe

"Vi la necesidad que había en la población de la isla Robinson Crusoe de contar con profesionales médicos".

Pía Villanueva, fonoaudióloga y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, es propulsora de un proyecto en la Isla de Robinson Crusoe, donde dirige un equipo de profesionales que atienden a niños con necesidades fonoaudiológicas en la isla más importante del archipiélago y parque nacional Juan Fernández.

Su impulso fue crear una cultura de estimulación del lenguaje en familia y comunidad. Gracias a su iniciativa, se logró evaluar y diagnosticar, con audiometría, a la totalidad de niños y niñas que viven en Robinson Crusoe y ofrecer tratamiento a quienes lo necesitaran a través de diversas metodologías.

Asegura que la Red Mujer Impacta le ha permitido “conocer desde millones de personas con las que he podido trabajar, hasta ayudar a otras fundaciones”. Además, con respecto a su visibilidad, reconoce que antes de Mujer Impacta “no nos conocía nadie y ahora figuramos en todas partes”.

“Soy como mono porfiado. Cada vez que me dijeron que no, agarré más fuerza para seguir intentando quebrar barreras con nuestro trabajo en la isla Robinson Crusoe”, dice Pía Villanueva (@pia_villanueva_fonoaudiologa), Mujer Impacta 2019. Aunque no ha viajado a la Isla Robinson Crusoe desde marzo del 2020, cuando comenzó la pandemia, esta académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, hace más de 20 años dirige un equipo de profesionales que atienden a niños y niñas con necesidades fonoaudiológicas en la isla.

“Espero con ansias se abra la isla para poder retomar el programa. Aún no han dado el vamos para entrar, pero tengo toda la esperanza de que será pronto”, cuenta al mismo tiempo que dice que no descansará hasta seguir con su programa de estimulación de lenguaje para los niños; su próximo vuelo sigue siendo una de sus grandes preocupaciones.

Su historia se remonta al verano de 1999. Pía se fue de vacaciones a la Isla para practicar buceo, uno de sus pasatiempos favoritos y aprovechar de desconectarse de su atareada vida. Un día, salió del agua y alguien le dijo: “hola, profe”. Era un estudiante de Odontología, que también estaba de vacaciones en el lugar. Acto seguido, le comentó que la hija de la dueña de casa en donde él alojaba, que tenía 15 años, no podía decir la inicial de su nombre, y le pidió ayuda. La fonoaudióloga accedió y le pidió que se juntaran con la niña y su madre en la plaza un rato todos los días a practicar.

Pero al día siguiente, al llegar al lugar había una larga fila de niños y niñas junto a sus mamás. Ingenuamente, Pía se acercó a preguntar qué era lo que estaba ocurriendo. Le respondieron: es que viene una fonoaudióloga que va a atender gratis a los niños. “En ese instante, vi la necesidad que había en la población de la isla de contar con profesionales y el ánimo que tenían los isleños por recibir una atención en este sentido”, recuerda.

Pero eso no fue todo. En su último día en la isla, en una exposición de fotos submarinas en un restaurant, Pía se encontró con la dentista de la isla, Mónica Quevedo, quien le comentó que se había enterado de la atención brindada a algunos niños y niñas, y que le gustaría que Pía regresara para atender a más personas. La fonoaudióloga aceptó la propuesta. “Sí, voy a venir con un contingente de profesionales y vamos a atender a todos los niños de la isla”, recalcó.

Pasados seis meses. Pía regresó con un programa estructurado y organizado en conjunto con la Municipalidad de Juan Fernández y la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. “Los compromisos fueron que podíamos evaluar y así diagnosticar a la totalidad de niños y niñas que vivían en la isla Robinson Crusoe y ofrecer tratamiento a quienes lo necesitaran. Y es que en la isla no habían tenido un fonoaudiólogo en su historia”, cuenta. Desde ese día han pasado más de 20 años, Pía ha dirigido a distintos equipos de profesionales y también ha implementado diversas metodologías a más de una generación.

Durante un tiempo, un equipo de fonoaudiólogos fue varias veces en el año y ofrecieron talleres de estimulación a los padres, a los profesionales de salud y de educación. Desde 2008, Pía contó con fondos más seguros para poder hacer tratamiento más frecuente. En 2015 pudo lograr su sueño: enviar a tres fonoaudiólogos a vivir a la isla para atender a cada niño y niña todos los días de la semana y promover, entre otras cosas, la estimulación del lenguaje y la lectura. Al cargo postularon más de 830 profesionales.

Es por eso que, entre varios reconocimientos, obtuvo el premio Mujer Impacta en 2019. “Ser una Mujer Impacta me ha dado una gran visibilidad, muchas personas han conocido mi trabajo y han querido participar en el programa”, finaliza.

Dirección:

Luis Carrera 1289, oficina 204, Vitacura

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