Jessica Rivas fue elegida como una de las ganadoras del Premio Mujer Impacta 2016 por su aporte a la reinserción social en Chile, centrándose en las consecuencias que trae para la sociedad el encarcelamiento y el impacto que este genera en la familia de los internos.
Como oficial de Gendarmería, llegó a la cárcel de mujeres de San Joaquín, donde comprendió que un 80% de las mujeres que delinquen son víctimas del sistema. A cargo del Centros de Educación y Trabajo (CET) en este centro penitenciario logró aumentar las plazas de trabajo a más de 300 y mejorar las ganancias de las internas para que recibieran un sueldo digno.
Jessica Rivas dignificó el Centro de Estudios y Trabajo (CET) de la cárcel femenina de San Joaquín, aumentando las plazas de empleo, mejorando los sueldos de las internas, generando una buena relación entre ellas y las gendarmes, y promoviendo su reinserción social.
El modelo de reinserción social de las cárceles en Chile funciona a través de los Centros de Educación y Trabajo (CET), creados en 1981 con la finalidad de bajar los índices de violencia al interior de los penales. Posteriormente se comenzó a trabajar la reinserción como tal, proporcionando a los internos las herramientas laborales y sociales que les permitieran integrarse en su entorno una vez cumplida la condena y, de esta manera, disminuir los índices de reincidencia.
El primer destino de Jessica como oficial de Gendarmería fue la cárcel de Puente Alto, un penal que alberga a una población de 2.000 presos y 300 funcionarios, todos hombres, a excepción de ella y otras 5 compañeras. Acostumbrada a trabajar en una institución masculina, durante los primeros 10 años de su carrera fue asignada a distintas unidades, siempre en el área de seguridad, hasta que llegó a la cárcel de mujeres de San Joaquín y su trabajo comenzó a adquirir un sentido diferente.
“Quiero dedicarme por completo a la investigación, porque en Chile casi no existen estudios de reincidencia y reinserción. Nunca voy a olvidar cuando un niño de 9 años fue a tocar la puerta de la cárcel buscando a la gendarme Rivas, me quería conocer y dar las gracias porque le devolví a su madre. Trabajando en las cárceles, la vida me ha enseñado que la plata no es todo y yo prefiero dejarle a mi hija una sociedad mejor”, comenta.
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