“La idea es que los adultos salgan con una herramienta, que puedan insertarse y trabajar en algo que les sirva".

Rosa Tamsec es una profesora y emprendedora de la Región de Coquimbo que al identificar que muchos de los trabajadores de su empresa no habían terminado cuarto medio, tuvo la idea de crear el Colegio de Adultos CEIA San Luis, donde han pasado más de 6.000 personas. Además, fundó el Colegio Básico San Luis, donde han estudiado más de 600 niños.

Sobre el premio que le dio Mujer Impacta en 2017, comenta: “Este reconocimiento nos incentivó a continuar apoyando. Al ser ganadora de Mujer Impacta se abrieron más puertas para ayudar a muchas más personas”.

Al identificar que muchos de los trabajadores de su empresa no habían terminado cuarto medio, decidió crear un colegio para adultos y darles las herramientas necesarias para insertarse en la sociedad. Esta es la historia de una mujer que a sus 73 años no deja de emprender creando valor social para su comunidad.

Rosa Tamsec nació en 1950 en la ciudad de Chuquicamata, al norte de Calama. Toda su infancia y adolescencia aprendió de sus padres los valores del emprendimiento.  Ambos, dice, eran creadores de ideas innovadoras. Fue ese legado el que la llevó a convertirse en una emprendedora chilena.

Cuando apenas estaba en educación básica, empezó con su primera pyme. Viendo que sus compañeras no alcanzaban a comprar comida en los recreos, se le ocurrió vender turrones que cocinaba su madre. Comenzó a llevar los dulces en un pequeño maletín café y fueron todo un éxito en el colegio.

A los 19 años entró a estudiar Pedagogía en Educación Física en la Universidad Católica del Norte y durante la carrera sufrió un accidente, que la dejó postrada y hospitalizada por dos meses.

“Como siempre he sido demasiado inquieta, busqué cómo entretenerme. Le dije a mi pololo que me llevara un ovillo de lana, crochet y palillos”, relata Rosa. Inició la confección de un chal para su hermana y una de las enfermeras que la cuidaba se interesó y le ofreció comprárselo. Poco a poco se fue corriendo la voz y Rosa terminó armando un negocio de tejidos durante su estadía en el hospital.

En 1972 se casó con Luis González, su pololo de toda la vida, y juntos emigraron a Coquimbo. Decidieron crear un negocio de venta de dulces y alfajores que ellos cocinaban y repartían por la ciudad. Dos años después construyeron su propio almacén.

Luis era ingeniero en prevención de riesgo y trabajaba en diferentes empresas. Fue así como detectó que había una falencia en los insumos de extintores de fuego. Decidieron crear una empresa como solución al problema y en poco tiempo inauguraron Wilug Limitada, nombre que se compone de las iniciales de sus dos hijos, Wilson y Luigi. Hasta el día de hoy la empresa funciona y ofrece sistemas de seguridad, equipos contra incendios y capacitaciones.

Rápidamente, Rosa se percató de que muchos de sus trabajadores no habían terminado cuarto medio. “Pensé que tenía que hacer algo y así es como fundé un colegio gratuito para adultos en 2004″, cuenta.

Volviendo de raíz a la educación

Con dos salas de clases a disposición, nunca esperaron que al lugar llegarían 290 alumnos con ganas de aprender. Gracias a la ayuda del banco, compraron una casa grande en Coquimbo y comenzaron a realizar jornadas educativas de mañana, tarde y noche. “Fuimos los primeros en ser un centro de estudios demostrativos de adultos”, afirma Rosa Tamsec.

Muchos de los alumnos no tenían un lugar donde dejar a sus hijos mientras estudiaban. Rosa no se quedó de brazos cruzados y nuevamente abrió un colegio gratuito desde pre-kinder hasta cuarto medio, para que los padres pudieran estudiar tranquilos.

Para ella tenía un valor especial volver a sus raíces laborales: “Me sentía feliz de retomar algo que había dejado hace mucho rato, que era la educación, y de poder entregarla a tantas personas que no habían logrado terminar cuarto medio”.

20 años han pasado y ambas escuelas siguen funcionando. Aproximadamente 6.000 personas han terminado la enseñanza media en el Colegio de Adultos CEIA San Luis, y más de 600 niños han estudiado en el Colegio Básico San Luis.

Potenciando la independencia a través del emprendimiento

Estas iniciativas hicieron que Rosa Tamsec ganara el Premio Mujer Impacta en 2017 y pasara a ser parte de la red de emprendedoras sociales de la Fundación Mujer Impacta.

“Este reconocimiento nos incentivó a continuar apoyando. Al ser ganadora de Mujer Impacta se abrieron más puertas para ayudar a muchas más personas”, comparte.

Sobre sus planes a futuro en los colegios, cuenta: “Queremos empezar con enseñarles emprendimientos a los niños chiquitos de cuarto básico, porque es una forma de que cuando egresen, lleven más claro lo que realmente quieren emprender y continúen sus estudios”. Agrega que esto les permite a los estudiantes postular a becas en carreras tecnológicas y universitarias.

Rosa Tamsec sigue innovando y recientemente consiguió voluntarios para hacer clases de prevención de riesgo y de administración de empresas a los alumnos del colegio de adultos: “La idea es que salgan con una herramienta, que puedan insertarse y trabajar en algo que les sirva y se les haga más fácil su misión en ese lugar”.

Rosa no solo creó los colegios, sino que también fundó una corporación de emprendimiento e innovación para apoyar a las personas de la Región de Coquimbo que quisieran participar en proyectos de negocios.

“Queríamos entregarles herramientas e indicarles cómo postular sus proyectos a FOSIS, CORFO o SERCOTEC. Enseñarles que no es fácil emprender, que siempre hay caídas, pero que hay que ser como el ave fénix y levantarse de las cenizas”, dice.

Dirección:

Luis Carrera 1289, oficina 204, Vitacura

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