“Como profesora sentí un propósito, pues estuve al otro lado, donde están los apoderados”.

Susana es profesora y directora de la Escuela Presbiteriana El Salvador de La Granja. Junto a su equipo de trabajo, logró que su escuela fuese reconocida por el Mineduc como una de las 25 escuelas con menor acoso escolar dentro de 11.000 establecimientos educacionales del país. Y según el SIMCE 2012, están 20 puntos por sobre las escuelas del mismo grupo socioeconómico.

Susana vivía junto a su familia en una casa con piso de tierra y baño común dentro de un campamento. A pesar de la pobreza, destaca cómo su mamá siempre estuvo en casa inculcándole el deber de estudiar. Su papá, quien trabajaba de nochero, aprovechaba de traer de un banco papeles para poder hacer las tareas. Con mucho esfuerzo y disciplina logró ser profesora de Educación Básica, con especialidad en Ciencias. Es una mujer realizada, con muchos desafíos por delante, y que ama por sobre todo ser profesora.

 

Susana es profesora y directora de la Escuela Presbiteriana El Salvador de La Granja.Junto a su equipo de trabajo, logró que su escuela fuese reconocida por el Mineduc como una de las 25 escuelas con menor acoso escolar dentro de 11.000 establecimientos educacionales del país. Y según el SIMCE 2012, están 20 puntos por sobre las escuelas del mismo grupo socioeconómico.

Susana vivía junto a su familia en una casa con piso de tierra y baño común dentro de un campamento. A pesar de la pobreza, destaca cómo su mamá siempre estuvo en casa inculcándole el deber de estudiar. Su papá, quien trabajaba de nochero, aprovechaba de traer de un banco papeles para poder hacer las tareas. Con mucho esfuerzo y disciplina logró ser profesora de Educación Básica, con especialidad en Ciencias. Es una mujer realizada, con muchos desafíos por delante, y que ama por sobre todo ser profesora.

“Yo cuando mejor la paso es cuando tenemos actividades juntas”, dice Susana sobre la Red Mujer Impacta, aunque reconoce que no tiene mucha relación a diario con ellas porque cada una tiene la responsabilidad de sus causas, por lo tanto el tiempo es limitado. A pesar de eso, denomina a todas las mujeres de la red “fantásticas” y destaca que desde Mujer Impacta siempre están atentas a ella.

“Mi hijo mayor tuvo un accidente cuando era pequeño y recibió el apoyo de una escuela religiosa”, señala Susana, indicando que esa fue la situación en su vida que la hizo comenzar a relacionarse con este proyecto educativo. “Como profesora sentí un propósito, pues estuve al otro lado, donde están los apoderados”. En ese sentido, la Escuela Presbiteriana El Salvador brinda a 270 estudiantes en sus aulas provenientes de la comuna de La Granja, altas expectativas más allá de sus diversos posibles contextos de vulnerabilidad.

“Yo cuando mejor la paso es cuando tenemos actividades juntas”, dice Susana sobre la Red Mujer Impacta, aunque reconoce que no tiene mucha relación a diario con ellas porque cada una tiene la responsabilidad de sus causas, por lo tanto el tiempo es limitado. A pesar de eso, denomina a todas las mujeres de la red “fantásticas” y destaca que desde Mujer Impacta siempre están atentas a ella.

“Mi hijo mayor tuvo un accidente cuando era pequeño y recibió el apoyo de una escuela religiosa”, señala Susana, indicando que esa fue la situación en su vida que la hizo comenzar a relacionarse con este proyecto educativo. “Como profesora sentí un propósito, pues estuve al otro lado, donde están los apoderados”. En ese sentido, la Escuela Presbiteriana El Salvador brinda a 270 estudiantes en sus aulas provenientes de la comuna de La Granja, altas expectativas más allá de sus diversos posibles contextos de vulnerabilidad.

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