Aunque son un pilar fundamental en la formación de las personas, la educación va mucho más allá de los profesores. Por eso, desde 1993 se reconoce en Chile el trabajo de los administrativos y profesionales no docentes de los centros educativos de nuestro país, quienes día a día hacen posible el trabajo de los profesores y el aprendizaje de los alumnos.

A raíz del Día de los Trabajadores de la Educación, que se celebra el 1 de octubre, en Mujer Impacta conversamos con Susana Navarro, reconocida en 2013 por nuestra fundación y su labor en la Escuela Presbiteriana El Salvador.

¿Qué rol cumplen los trabajadores de la educación hoy en los colegios de Chile?

“La institución educativa es una de las columnas de desarrollo social que busca el progreso de la nación, por tanto, las escuelas son entidades complejas y demandantes, asunto que no se visibiliza tan fácilmente. Por tanto, el rol de cada miembro de la comunidad educativa es fundamental. En este sentido, los asistentes de la educación tienen una función estratégica, ya que a través de ellos y ellas la escuela puede articular los procesos logísticos y de desarrollo para el logro de las diversas metas del proyecto educativo institucional y del país”.

¿Sientes que son suficientemente reconocidos por su labor? ¿Por qué? 

“Esta pregunta no tiene una única respuesta, ya que, si hablamos de valoración social, lamentablemente en general los trabajadores del ámbito de la educación hace mucho tiempo están desvalorados, y eso principalmente por el liderazgo que tiene tribuna en los medios de comunicación que en nada contribuyen con las opiniones que expresan. Ahora, si vamos a las escuelas en donde hay sostenedores y equipos directivos con una visión colectiva, inclusivos, y que promuevan el reconocimiento mutuo, dará como resultado una cultura organizacional de valorización de cada miembro de su comunidad”.

¿Por qué debiéramos valorar su trabajo?

“Porque tienen un rol estratégico para la funcionalidad, mantención, logística y logro de metas académicas y afectivas que las escuelas tienen.  Y al igual que los docentes tienen un profundo amor y compromiso para desarrollar con excelencia sus actividades”.

¿Cuáles son las mayores dificultades a que se enfrentan actualmente?

“Las dificultades van a depender del área de desempeño que su rol tenga ya que para algunos será la actualización en materias propias de sus disciplinas, para otros será la incomprensión de los apoderados, o baja autoestima si trabajan en ambientes en donde no son reconocidos. Pero sin duda la mayor dificultad es la invisibilidad de su trabajo”.

Por último, ¿qué mensaje le gustaría dejar relacionado al trabajo que cumplen quienes no son docentes en la educación chilena?

“Decirles la profunda gratitud que tenemos por la hermosa labor que realizan. Muchos de ellos, al igual que quienes trabajan en el teatro tras bambalina, no son visibles, pero no cabe duda de que sin ellos la obra no puede ser realizada. Lo mismo ocurre en la escuela: sin su labor abnegada y comprometida, la gran obra de educar y formar al capital humano de nuestra nación, no sería posible.  Por todo lo que realizan, ¡mil gracias! Que tengan un hermoso día”.