"Nadie pensaba que las personas con discapacidad podían incluirse en un trabajo no por caridad, sino que por sus competencias”.

Andrea es terapeuta ocupacional y la creadora de la Fundación Tacal, que busca capacitar e incluir laboralmente a personas con discapacidad, y además asesora a empresas para que sean más inclusivas.

La Fundación tiene una trayectoria de 38 años y más de 2.700 personas con discapacidad han encontrado trabajo gracias a este proyecto, convirtiéndose en el Centro de Formación para el Trabajo con mayor experiencia de Latinoamérica en temas de inclusión.

Sobre haber ganado el Premio Mujer Impacta, comenta: “La visibilidad que Mujer Impacta da a sus premiadas tiene una tremenda importancia porque pone en primer plano iniciativas positivas de cientos de mujeres que estamos poniendo un granito de arena para vivir en un Chile más humano. ¡Somos arquitectas del cambio!”.

Andrea Zondek: “Con mucho orgullo podemos decir que más de 2.700 personas están trabajando gracias a la capacitación y proceso de inclusión laboral que hemos realizado”

Cuando Andrea Zondek se dio cuenta de que las personas con discapacidad que habían sido dados de alta de un hospital público, estaban sumidas en una fuerte depresión, por no lograr encontrar un trabajo, decidió dedicarse de lleno a la capacitación para la inclusión laboral.

“Creé Fundación TACAL el año 1985 cuando había una alta cesantía en el país y nosotros hablábamos de formar para el trabajo a personas con discapacidad e incluirlas en un empleo regular, con remuneración regular, sin comprender que la inclusión es dignidad. Nos tildaron de locos, soñadores, ilusos y tantos otros apelativos”, recuerda Andrea Zondek, máster en Integración de Personas con Discapacidad de la Universidad de Salamanca y terapeuta ocupacional de la Universidad de Chile.

“Hoy con mucho orgullo, a pesar de las adversidades, podemos decir que más de 2.700 personas están trabajando gracias a la capacitación y proceso de inclusión laboral que hemos realizado en la fundación”, añade. De acuerdo con el último Estudio Nacional de Discapacidad, de 2015, hay alrededor de 2,6 millones de personas con algún tipo de discapacidad en el país.

Andrea Zondek considera que el trabajo realizado desde Fundación TACAL no solo fue pionero, sino que fue “rupturista en una época en que nadie pensaba que las personas con discapacidad podían incluirse en un trabajo no por caridad, sino que por sus competencias”. 

Gracias a su labor, Andrea Zondek fue reconocida en 2014 por la Fundación Mujer Impacta. “La visibilidad que Mujer Impacta da a sus premiadas tiene una tremenda importancia porque pone en primer plano iniciativas positivas de cientos de mujeres que estamos poniendo un granito de arena para vivir en un Chile más humano. ¡Somos “arquitectas del cambio”!”, sostiene.

Hoy la fundación está ad portas de inaugurar una nueva sede que permitirá formar a 1.000 personas con discapacidad cada año y continuar aportando al país una mirada inclusiva y sin prejuicios.

En paralelo, en TACAL trabaja en políticas públicas dando a conocer los resultados de una buena formación y capacitación. Esto “contribuyó con un granito de arena a que se formulara una ley de inclusión laboral que obliga a empresas de más de 100 trabajadores a tener en su plantilla a un 1% de personas con discapacidad contratadas”, comenta. 

“Esto ha permitido que muchas personas con discapacidad hoy accedan a un empleo, pueden participar en igualdad de condiciones que las personas sin discapacidad; puedan armar su familia, etc.”, agrega. 

Sin embargo, en su opinión, Chile todavía está al debe con las personas con algún tipo de discapacidad. “En materia escolar estamos absolutamente al debe y no contamos con una legislación que permita que niños se eduquen en los establecimientos que deseen. Aún hay mucha discriminación y prejuicios que los excluyen de este derecho”, sostiene.

Según cifras oficiales, una de cada dos personas con discapacidad termina la enseñanza básica, una de cada 10 la educación media y solo una de cada 20 ingresa a la educación superior. “Si contáramos con la garantía de que todos los niños con discapacidad pudieran ingresar al colegio, en un futuro no tan lejano podríamos hacer con que dejara de existir la Ley de Inclusión Laboral, porque el derecho a acceder al trabajo sería dado por sentado”, plantea.

Pese a todo, Andrea Zondek es optimista: “Aún tenemos mucho que hacer para ir eliminando los sesgos y prejuicios, pero no cabe duda alguna que estamos mucho mejor que hace 10 años y que nacer hoy con una discapacidad es mucho más fácil que lo que era en aquel entonces”, concluye.

Dirección:

Luis Carrera 1289, oficina 204, Vitacura

Únete a la conversación

© Todos los Derechos Reservados – Mujer Impacta