“Se supone que iba a trabajar tres meses… Se convirtieron en 13 años de trabajar con mujeres de los sectores más vulnerables en Alto Hospicio”, recordó Janet Figueroa, Premio Mujer Impacta 2014, en el programa Ciudadanas que Impactan en Radio ADN.

Muralista textil, Janet, de 70 años, ha dedicado los últimos 47 al trabajo en arte y artesanía. Siempre lo ha hecho vinculándolo a una labor social con distintos tipos de personas en diferentes zonas de Chile. Su primera experiencia fue en Arica, donde trabajó en un proyecto de INACAP con personas con discapacidad, para darles oportunidades sociales y económicas.

Después se fue a Iquique con mucha curiosidad por conseguir posibilidades para ayudar a los demás, así fue siguiendo hasta llegar a Alto Hospicio, donde descubrió un mundo completamente nuevo.

“Yo quería que se conociera Alto Hospicio por algo más. Siempre se había conocido la comuna por las tomas y el psicópata. Nosotras lo que hemos hecho es mostrar una cara diferente de Alto Hospicio, una cara más amigable, una cara de mujeres. Eso fue lo que permitió que me quedara allá”, detalló.

A través del grupo Las Bordadoras de Alto Hospicio, lo hizo: participaron más de 300 mujeres vulnerables creando grandes murales bordados que cuentan la historia de la zona, generando una excelente fuente de ingresos. Algo fundamental en una región que, según la encuesta CASEN de 2017, es la tercera con mayor pobreza multidimensional en el país, con un 24,9% de su población en esta condición.

“Fue algo difícil, pero entretenido. Las mujeres fueron contando la historia de su comuna con agujas e hilo. Cuando se trabaja en conjunto, se van contando historias. Estás contando tu historia y contando la historia de tu entorno”, sostuvo.  

“Trabajamos en varios proyectos. La idea fue enseñarles a las mujeres a emprender y que pudiesen trabajar desde sus domicilios, generando ingresos, sin dejar sus hijos solos”, añadió.

Según Janet, las mujeres tienen mucho que contar, pero les cuesta comunicarse: “Aunque tengamos fama de habladoras, cuando tenemos que hablar desde el corazón, lo íntimo, desde la guata, nos cuesta. Si vuelcas eso a la artesanía, sanas el alma, el cuerpo y la mente. Eso te hace mejor mujer, mejor madre, mejor todo”.

Para Janet, realizar trabajos comunitarios permite que las personas “se empeñen algo nuevo y muestren sus penas y alegrías. Es algo inclusivo, solidario y amigable.  La gente se integra, se hace amiga, se crean redes. Cuando se hace algo en conjunto, se viven experiencias muy grandes”.

Al cierre del programa, Janet reconoció que la pandemia ha dificultado la realización de trabajos como los que hacía antes, pero dejó las puertas abiertas a quienes quieran contactarla para compartir sus herramientas y videos de enseñanza.  “Comuníquense conmigo”, dijo, antes de entregar su correo (Figueroaugartejanet@gmail.com) y su página web (www.janetfigueroa.com).