Cuando nació su hijo, hace 49 años, le dijeron a María Angélica Baragaño que él era ciego de un ojo. Sin embargo, a los tres meses se enteraron de que su diagnóstico real era otro: Pablo era ciego y con múltiples discapacidades.

Su madre decidió que intentaría que tuviera una vida lo más normal posible. Siendo madre de otros dos hijos y recién separada, cuando Pablo tenía siete años comenzó a recorrer muchos centros y escuelas para niños con capacidades diferentes, pero se dio cuenta que no había ningún lugar en que se atendiera a niños con las condiciones que tenía Pablo.

“La sorpresa fue tremenda porque en las escuelas de ciegos no lo recibían porque intelectualmente no funcionaba como el resto de los ciegos… Recuerdo haber ido a un lugar donde había niños con Síndrome de Down y allí el problema era que Pablo era ciego, entonces la infraestructura no era la adecuada”, afirma.

Al encontrarse con otros padres que vivían una situación similar y ante la falta de un centro adecuado para ellos, muchos habían decidido dejar a sus hijos en casa. Pero María Angélica Baragaño decidió que esto no podía seguir así. No podía dejar de lado la necesidad de tantos niños como el suyo. No podía creer que en Chile no existiera un espacio para esas personas.

Eso la motivó a crear la fundación Corpaliv, razón por la cual fue reconocida por Mujer Impacta en 2017.

Corpaliv busca acompañar y desarrollar en su máximo potencial a niños, niñas, jóvenes y adultos con discapacidad múltiple; entregar formación y educación que respete sus necesidades individuales, en un ambiente de contención y profesionalismo para ellos y sus familias, logrando visibilizar sus capacidades y valor a la sociedad.

“Hace 18 años contamos con el reconocimiento del Mineduc y tenemos una escuela especial, llamada Jan Van Dijk, en donde atendemos a niños con multidiscapacidad, porque ellos no tienen espacio en ninguna parte”, relata. Esa escuela recibe a niños y jóvenes de entre 0 y 25 años con necesidades especiales de forma completamente gratuita, cuenta con un equipo multidisciplinario y es apoyada por la institución América Solidaría.

“Personas con discapacidades múltiples deben estar en colegio especiales”, comenta María Angélica Baragaño, expresando la importancia de ese tipo de instituciones.

“Yo siempre digo: Dios elige a las mujeres y a las familias que les hace llegar por una u otra razón un niño que es diferente a los otros, pero también se encarga de que sin saber cómo ni cuándo, te encuentres con otros padres en la misma situación que uno”, sostiene.

A la fecha, cientos de niños y niñas han sido educados gracias a su fundación. “Yo no quería que esto que me estaba pasando a mí les pasara a las nuevas mamás que tenían hijos como el mío. Si uno puede avanzar el camino para que otras personas no tengan que pasar por momentos tan tristes, de no contar con un lugar donde tu hijo pueda ir a aprender de acuerdo con su capacidad, era obvio para mí que había que seguir trabajando”, afirma, añadiendo que ahora en Corpaly hay la posibilidad de que los exalumnos trabajen ahí, gracias al apoyo del Ministerio de Desarrollo Social.