Miles -a ratos, millones- de mujeres en las calles. Nos hemos acostumbrado a ver en los últimos años masivas manifestaciones en el Día Internacional de las Mujeres. 

En esa fecha, mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas, sociales y políticas, se unen para conmemorar su día. Una tradición que ya lleva décadas en pro de la igualdad, la justicia y el desarrollo.  

Pero ¿por qué conmemoramos ese día? 

En conversación con Mujer Impacta, Hillary Carroll Hiner, doctora en Historia y profesora asistente de la Universidad Diego Portales, explicó que el día se refiere a la demanda por los derechos de las mujeres trabajadoras a principios del siglo XX.

“En Estados Unidos, en particular, se asocia con la tragedia del incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist, del 25 de marzo de 1911, cuando los dueños cerraron las salidas a la fuerza y muchas mujeres y niños murieron porque no podían escapar”, detalló. 

En el caso de Chile, “durante todo el siglo XX muchos grupos feministas y de mujeres también conmemoraban este día, en particular aquellos más relacionados con los derechos de las mujeres trabajadoras”. 

“Durante los años de la dictadura se levantó, además, como un día de protesta, adonde muchos grupos de mujeres y de feministas salían a las calles en oposición.  Posteriormente, durante los años 90 ese elemento de marcha y protesta se iba retrocediendo, pero siempre ha estado en el ADN del día en Chile”, comentó Hillary Carroll Hiner.  

Según la historiadora, en los últimos años también se ha percibido un movimiento más joven en las calles el 8 de marzo, “con un enfoque más interseccional, en términos de una pluralidad y diversidad de mujeres y disidencias sexuales”. 

Por lo mismo, plantea Hillary Carroll Hiner, el espacio del 8 de marzo también puede ser un lugar “de tensiones y conflictos, porque existen diferentes corrientes de feminismos como también críticas hacia mujeres y feministas desde diversos sectores”.  

No obstante, la académica resalta que es indudable que la conmemoración del 8 de marzo ha contado con cada vez más personas, y que la diversidad vista en las manifestaciones también ha posibilitado a las mujeres ser más creativas y contar con mayor visibilidad pública. 

A modo de ejemplo, Hillary Carroll Hiner cita el renombramiento de estaciones de metro con nombres de mujeres, la presencia de diferentes performances, teatro y arte callejero, los gritos y cánticos, el uso de símbolos que se asocian a las reivindicaciones de las mujeres, la pintura de la palabra “Históricas” en el suelo en la protesta de 2020, entre otros. 

“El uso de las redes sociales y los medios alternativos también aumentan la percepción de una marcha masiva y exitosa del 8 de marzo ya que se comparten miles de fotos y videos de personas de toda edad que van con sus amigues, hijes, madres, vecines, etc. a la marcha”, añadió. 

De esa manera, consideró la historiadora, la fecha se ha vuelto importante dentro del calendario para muchas personas. 

¿Por qué seguir conmemorando esa fecha?

Varios movimientos y organizaciones de derechos humanos han insistido en la importancia de seguir conmemorando el 8 de marzo para luchar contra los obstáculos que aún enfrentan las mujeres y que deben ser superados.

Una de las razones es del ámbito laboral: la brecha salarial, la dificultad de conciliar las responsabilidades del hogar con el trabajo y la baja cantidad de mujeres en los puestos directivos de las empresas.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Chile es uno de los países donde existe una mayor diferencia salarial entre hombres y mujeres, con una brecha de 21,1%. 

Otro de los motivos para continuar conmemorando esta fecha es visibilizar la violencia contra las mujeres y niñas. En 2020, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género alertó acerca de un aumento del 70% en las denuncias por violencia de género en el país, y se registraron más de 40 femicidios en todo el año. 

Las desigualdades se ven en muchos otros ámbitos. Por ejemplo: incluso cuando las mujeres son reconocidas por las entidades bancarias por ser más responsables con sus deudas y por tener un sueldo más bajo, un estudio elaborado por Chile Deudas reveló que a las mujeres se les cobra una tasa de interés promedio de 12,4%, mientras que a los hombres se les cobra un promedio de 11,1%.

Por esa y otras razones, como Fundación, seguiremos apoyando a las mujeres y a las niñas. Como bien dijo ONU Mujeres, la igualdad contribuye al empoderamiento de las naciones, a erigir economías más sólidas y sociedades más saludables.