Es una medida que ha ido creciendo y llamado la atención en los últimos años: cada vez más mujeres se incorporan a los directorios de las empresas en Chile. En 2021, Canal 13 incorporó a Alicia Zaldívar en su directorio; la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) informó que por primera vez casi un cuarto de su consejo general sería compuesto por mujeres; tres mujeres se incorporaron al directorio de la acerera CAP y así como estos hay muchos otros ejemplos.
La tendencia es clara en comparación con el año anterior. En 2020 solo existían 29 mujeres en las mesas directivas de las principales empresas del país, lo que representa apenas el 10,1% versus el promedio de 25,5% de los países de la OCDE, según el handbook de género 2020 de la Comisión de Mercado Financiero (CMF).
Este año no va a ser distinto. De acuerdo con un adelanto del Ranking IMAD -estudio que revela la participación femenina en la alta dirección de las empresas más importantes en Chile, y que es realizado junto a la Dirección de Estudios Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile- hoy 84% de las empresas tienen mujeres en sus directorios. Un gran aumento si se considera que el año pasado esta cifra llegaba solo al 30%.
Al respecto, Alejandra Mehech, de la Red Mujeres Alta Dirección y quien fue elegida como una de las consejeras de Sofofa, afirmó a Mujer Impacta que “mayor diversidad en los directorios genera mayor valor para las compañías”.
“Yo lo que he visto es que cuando se incorporan mujeres en los directorios, cambia el tono de las conversaciones, se incorporan más temas a éstas y, por lo tanto, ambas cosas juntas agregan más valor a la compañía. Eso hace que una visión única o consensuada de un cierto tema hoy puede ampliar su mirada y en esa amplitud de mirada a lo mejor podemos tomar mejores decisiones”, agregó.
Para Alejandra Mehech, esos cambios en los directorios de las empresas traen consecuencias directas para la sociedad. “Las empresas son un actor súper relevante en el quehacer en la sociedad, porque dan empleo, porque entregan productos y servicios a la sociedad y porque se interrelacionan con la comunidad. Entonces todo lo que haga la empresa finalmente tiene un impacto. La incorporación de mujeres a la empresa puede hacer que ésta sea mejor. Consecuentemente, la firma va a entregar empleo de mejor calidad, los productos y servicios van a ser mejores y las comunidades que se ven afectadas por la acción de la empresa, indudablemente tendrán un nivel de bienestar superior”, concluyó.