La educación es uno de los factores que más influye en el avance de las personas y de nuestras sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.

La educación es necesaria en todos los sentidos. Para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdades económicas y sociales; para propiciar la movilidad social de las personas; para acceder a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de la población; para ampliar las oportunidades de los jóvenes; para vigorizar los valores cívicos y laicos que fortalecen las relaciones de las sociedades; para el avance democrático y el fortalecimiento del Estado de derecho; para el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación (…).

Por eso, la educación es considerada un Derecho Humano, y en conmemoración del papel que desempeña en la paz y el desarrollo, la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación.

En este día, como Fundación Mujer Impacta, queremos homenajear a cada una de nuestras mujeres que desempeñan un papel fundamental en la educación chilena. ¡Muchas gracias por su labor!

Aquí, sus historias, para seguir inspirándonos e impactándonos:  

SUSANA NAVARRO (Premio Mujer Impacta 2013): Susana nació en una familia muy pobre. Vivía en un campamento en una casa con piso de tierra y un baño común. Había miseria, pero tuvo una gran bendición: su mamá estaba siempre en casa, inculcando a sus dos hijos que debían estudiar. Con mucho esfuerzo y disciplina logró ser profesora de Educación Básica, con especialidad en Ciencias. Hoy es profesora, directora de la Escuela Presbiteriana El Salvador, Peñalolén. Con el apoyo incondicional de su familia y de su equipo, logró que su escuela fuese reconocida por el Mineduc como una de las 25 escuelas con menor acoso escolar dentro de 11.000 establecimientos educacionales del país. Hoy sigue adelante con su iniciativa siendo un aporte país en la educación de nuestras futuras generaciones.

MARÍA LUISA VIAL (Premio Mujer Impacta 2014): Llegó con su familia a vivir a Barnechea el año 62, cuando sólo existía una calle y los vecinos eran en su mayoría de origen campesino. Comenzó a tener contacto con un grupo de personas que vivía en la orilla del río Mapocho, llamándole especialmente la atención los niños del lugar, que a pesar de asistir a un colegio público en las mañanas y ser muy “listos” como ella los describe, tenían muchas falencias en su aprendizaje. La señora Lucha, como todos le dicen, fundó hace más de 30 años el Colegio San Rafael de Barnechea, que se ha destacado por dar una educación integral y de excelente calidad a niños en situación de pobreza.

BÁRBARA SOTO (Premio Mujer Impacta 2015): Una vez titulada de Periodismo, Bárbara ingresó a Enseña Chile y descubrió que en la educación estaba su verdadera vocación. Cuando fue profesora en un colegio, su curso obtuvo el mejor resultado de la comuna en el SIMCE. En ese tiempo muchos alumnos de los colegios municipales de la comuna de Peñalolén no ingresaban a la universidad y le pidieron que hiciera algo al respecto. Lo primero que hizo Bárbara fue un preuniversitario social, pero luego que un exalumno reprobara todos los ramos en su primer semestre de universidad, decidió replantear el modelo. Así creó, tras un viaje a EE.UU., el programa Yoelijo afterschool de preparación para el éxito, que tiene como fin la formación integral de estudiantes. Acciones como esa hicieron con que Bárbara trabajara ahora en el sector público para apoyar en la educación.

ELIZABETH GUZMÁN (Premio Mujer Impacta 2016): Sus primeros 15 días en este mundo, los pasó en una leñera, sin ningún cuidado, hasta que una familia con 7 hijos, la adoptó. Se dio cuenta muy temprano de la importancia de conocer el mundo a través de las letras y, hasta el día de hoy, es amante de la lectura y una profesora apasionada, vocación que surgió en ella al ver a su hermana Hilia ejercer la docencia. Desde el 2013 Elizabeth se desempeña como directora de la Escuela Rural Pullinque, a cargo de 120 alumnos hasta 8° básico. Desde su rol ha trabajado la interculturalidad para que los estudiantes, en su mayoría de ascendencia mapuche, valoren sus raíces y tradiciones a través de la recuperación y conservación de los conocimientos de su pueblo originario.

MARÍA ANGÉLICA BARAGAÑO (Premio Mujer Impacta 2017): Cuando nació su hijo, hace 49 años, le dijeron a María Angélica Baragaño que él era ciego de un ojo. Sin embargo, a los tres meses se enteraron de que su diagnóstico real era otro: Pablo era ciego y con múltiples discapacidades. Su madre decidió que intentaría que tuviera una vida lo más normal posible, pero no encontró ninguna escuela que pudiera atenderlo. Por eso, al conocer otros padres como ella, creó la fundación Corpaliv, que busca acompañar y desarrollar en su máximo potencial a niños, niñas, jóvenes y adultos con discapacidad múltiple; entregar formación y educación que respete sus necesidades individuales, en un ambiente de contención y profesionalismo para ellos y sus familias, logrando visibilizar sus capacidades y valor a la sociedad.

NADIA VALENZUELA (Premio Región Mujer Impacta La Araucanía 2018): Profesora de Educación General Básica, Nadia ha ido motivando a los niños en el conocimiento y desarrollo científico de alto nivel, contagiándoles por cierto su propio entusiasmo en un área que le apasiona: el desarrollo científico. Su trabajo con la comunidad involucra a sus alumnos, quienes a través de distintos proyectos se están convirtiendo en agentes de cambio. Sus estudiantes también han aprendido a amar la ciencia cantando, disfrazándose, escribiendo cómics e incluso enviando sus nombres a Marte en una sonda espacial de la NASA.

ANDREA HENRÍQUEZ (Premio Mujer Impacta 2018): Andrea es una joven que preside una fundación que promueve las relaciones positivas entre los estudiantes de distintos colegios del país. Inspirada en su propia experiencia como víctima de acoso escolar, se propuso evitar que otros niños pasen por lo que ella vivió. Así nació ‘Volando en V’, iniciativa que busca promover la convivencia escolar positiva. El nombre hace referencia a las aves que vuelan formando una V: la que va adelante, le hace más fácil la tarea a las que la siguen, de tal manera que todas se necesitan. Es un gran ejemplo de compañerismo.

ANNE TRAUB (Premio Mujer Impacta 2019): Luego de un viaje que realizó con su marido a Estados Unidos, conoció un modelo interactivo de desarrollo que tiene como foco la educación en niños de 2 a 4 años. Está comprobado que la primera infancia es determinante para la evolución y el desarrollo de los niños y, al descubrir el programa The Mother- Child Program, que utiliza la educación para romper el ciclo de pobreza de las familias de bajos recursos, Anne decidió traerlo a Chile.

MARÍA IGNACIA LEWIN (Premio Mujer Impacta 2021): Periodista y pedagoga, madre de cuatro hijos, a María Ignacia Lewin siempre le interesaron los derechos de la infancia, en particular la educación. Por eso, durante la pandemia del Covid-19, al percatarse de la dificultad de muchos niños en estudiar, se sintió profundamente preocupada. Pero, con otras dos profesionales, generó rápidamente un modelo que implicaba: un link para que se inscribieran los niños o jóvenes que necesitaran refuerzo académico, y, en paralelo, otro link para que se inscribieran jóvenes y profesionales que tuvieran la disponibilidad de enseñar. La iniciativa, Conectado Aprendo, en menos de un mes ya tenía a más de 100 alumnos de distintos lugares de Chile en clases.