Mucho se ha hablado de los retrocesos en materias de igualdad durante la pandemia. Sin embargo, poco se ha destacado el rol imprescindible de las mujeres en la emergencia sanitaria.

Las mujeres han estado particularmente ocupadas desde marzo de 2020. Desde el punto de vista sanitario, han estado cuidando a los enfermos de Covid-19: aproximadamente 70% de la fuerza laboral mundial de salud está compuesta por mujeres, de acuerdo con la OMS.

Además, varias vacunas han sido desarrolladas en base a una tecnología desarrollada por la bioquímica húngara Katalin Karikó. Eso sin contar, por supuesto, los miles de ollas comunas que se han desarrollado por mujeres en toda Latinoamérica, 345 de ellas en Chile, según cifras oficiales.

Ahora, un reciente estudio viene a corroborar la participación de las mujeres durante la pandemia: “Rol de las mujeres en las iniciativas solidarias y de ayuda en contexto de crisis Covid-19”, realizado por Vértice Urbano, fundación conformada por mujeres vinculadas a la arquitectura, el urbanismo, el diseño, la geografía y la sociología, integrada por académicas, funcionarias y egresadas de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la U. de Chile, en alianza con ONU Mujeres.

Una de las principales conclusiones de la investigación es que durante la crisis sanitaria tanto los cuidados privados como los públicos fueron labores asumidas mayoritariamente por mujeres. Así se evidencia en la composición de género de las actividades. En ellas, un 60% fueron mujeres, un 39% hombres y un 1% de otras identidades de género. Asimismo, de acuerdo con la investigación, el 68% de las iniciativas solidarias en pandemia fueron lideradas por mujeres.

El estudio viene a corroborar mucho de lo que se ha visto al interior de Mujer Impacta.

Por ejemplo, Anne Traub, logró trabajar, durante la pandemia, con 1350 niños desde Iquique hasta Aysén. “Hemos estado súper activos, pese a las dificultades. Transformamos la metodología, pero mantuvimos la entrega física de nuestros libros y juguetes”, afirma Anne, Premio Mujer Impacta 2019.

En la misma línea, pese a que tuvo que hacer una serie de modificaciones en su equipo de trabajo, Constanza del Río -reconocida por Mujer Impacta en 2018, continuó con su ONG Nos Buscamos. “Hoy somos todos somos voluntarios, hemos tenido que hacer un cambio radical en muchas actividades, pero seguimos”, dice.

Otro caso destacado ha sido el de la Hermana Nelly León, fundadora de Mujer Levántate y Premio Mujer Impacta 2018: ella eligió algo que nadie querría, dormir en la cárcel. Desde el 21 de marzo, vivió con las reclusas, porque no quiso exponerlas ni a ellas ni a sus compañeras de comunidad religiosa al riesgo del contagio por Covid-19.

Durante esos meses, advirtió en más de una ocasión que ninguna cárcel está preparada para enfrentar la crisis, además, ha abordado la soledad de las reclusas por la suspensión de las visitas. “Hemos pasado ese período con harta angustia y pena… Una de las cosas que más le afecta a una mujer privada de libertad es no ver a sus hijos, algo que recién se pudo hacer para Navidad”, afirma, añadiendo que durante ese tiempo ayudó a las reclusas con talleres y útiles de aseo.

“Como fundación nos sentimos orgullosas de contar con un grupo de mujeres resilientes, que a pesar de cada adversidad se mantiene fuerte no solo por sí mismas, sino por las iniciativas que promueven y por su comunidad. Verlas enfrentar desafíos, reinventarse, estar atentas a las necesidades de sus beneficiarios y apoyar con tanta pasión, su solidaridad… Nos siguen impactando e inspirando a cada uno de nosotros”, sostiene María Paz Tagle, directora de Mujer Impacta.