Por María Paz Tagle L.
Somos seres sociales. Vivimos en un entorno donde -excepto por la pandemia del Covid- 19- no estamos aislados, sino que nos toca día a día relacionarnos con personas diferentes, cada una de ellas con costumbres, ideas e intereses propios.
Si aprendemos de nuestros vecinos, de nuestros compañeros de trabajo, de desconocidos, ¿qué pasa cuando extendemos nuestra mirada a otros lugares? En el último tiempo, en particular en el marco de las presidenciales, de la Convención Constituyente y de los discursos sobre políticas públicas, se ha insistido en la descentralización.
Se ha hecho hincapié en la importancia de conocer a las distintas culturas y necesidades de este largo territorio. De estar conscientes de que “Santiago no es Chile”.
En Mujer Impacta hemos estado trabajando en eso desde hace años. Tenemos la firme convicción de que Chile entero está repleto de mujeres que están impactando sus comunidades. Llevamos tiempo recorriendo el país, acercándonos a las autoridades regionales y conociendo el invaluable trabajo de mujeres de las distintas regiones del país.
Por eso nació el Premio Región Mujer Impacta. Por un anhelo de descentralización. Ya hemos estado en La Araucanía, en Los Lagos, en Coquimbo, el Maule, Atacama y ahora estamos llamando a las mujeres de Valparaíso a postular a este reconocimiento.
Estamos convencidas de que debemos ampliar nuestra mirada más allá de nuestro círculo cercano, de nuestra ciudad o de nuestra región. Nos hemos maravillado los últimos años conociendo las historias de mujeres que hacen un gran aporte a su comunidad en materias tan diversas como la educación, la salud, la infancia, la inclusión y los adultos mayores. Muchas de ellas, mujeres que han vivido experiencias dolorosas, pero que han decidido hacer más por su país a raíz de sus propias vivencias.
Para nosotras es importante premiarlas y darlas a conocer, porque así pueden inspirar al resto de las personas a dar un paso más allá e imitarlas. Si cada uno de los chilenos lo hiciera a pequeña o gran escala, sin duda nuestro país sería otro.
¿Qué historias escucharemos? Ya estoy ansiosa por conocerlas. Estoy segura de que seguirán sorprendiéndome y emocionándome. Más que eso: tengo la certeza de que aprenderé con ellas. Porque siempre se aprende del prójimo. En particular si expandimos la mirada y vemos otros lugares y otras realidades.
¡Miremos todos a las regiones! Ahora, con el foco en Valparaíso.