Susana Navarro, premiada por Mujer Impacta en el 2013, es un gran ejemplo de vida. Con mucho esfuerzo y disciplina logró ser profesora de Educación Básica con mención en Ciencias. Hoy es directora de la Escuela Presbiteriana El Salvador, Peñalolén. Apoyada incondicionalmente por su familia y su equipo, logró que su colegio fuera reconocido por el Mineduc como uno de los 25 con menor acoso escolar dentro de 11.000 establecimientos educacionales del país. En 2013, fueron destacados en Nueva York como la Mejor Escuela del continente. Hoy sigue adelante con su iniciativa siendo un gran aporte para nuestras futuras generaciones. 

En el día del profesor, conversamos con ella. ¿Cómo se celebra este día en un año tan particular para la educación en Chile y en el mundo? 

Susana, eres una gran referente en lo que a educación se refiere dentro de nuestra Fundación por lo que tu visión es clave… ¿Cómo crees que está hoy la educación en el país?

SN: El cómo está la educación en nuestro país no tiene una única respuesta, ya que si la miramos como sistema estructural vemos que presenta falencias de inequidad e desigualdad, por tanto tiene grandes desafios aún, y creo que todos y todas esperamos con ansias que podamos contar con un sistema de brinde más y mejores oportunidades, y se derriben las barreras que separan y segregan. No me cabe duda que a pesar de lo anterior existen muchas escuelas que logran la efectividad educativa, ya que entienden el sentido primario y fundamental del sentido vocacional y de la praxis profesional por tanto trabajan incesantemente, para alcanzar en la medida de lo posible los estándares de calidad a pesar de los distintos obstáculos y brechas existentes nuestro sistema 


Como directora de la Escuela Presbiteriana El Salvador,  de San Gregorio La Granja, lograste que el colegio fuera reconocido por el Mineduc como uno de los 25 con menor acoso escolar dentro de 11.000 establecimientos educacionales del país. ¿Cómo está el colegio hoy?  

SN: ¡Si! La escuela está muy bien, nos ha ido bastante bien. Nuestra tendencia se mantiene en todos los aspectos, tanto academicos como de convivecia escolar, asi que estamos muy contentos y contentas. El equipo de docentes y asistentes es realmete fantástico, el corazón de cada uno de ellos y de ellas es admirable. 

Cada programa que realizamos es asumido y trabajado con pasión; entendemos que no hemos sido llamados para retroceder sino que para avanzar y para dar lo mejor por nuestros los estudiantes… “los más lindos del mundo…”, así les decimos. Esto hace que se sientan profundamante amados, y valorados. Esto  genera un sentido muy arraigado de pertenencia, hacia su comunidad escuela y por tanto el vínculo afectivo entre unos y otros se maximiza, minimizando los conflictos. 


Ha sido un año de grandes transformaciones en el ámbito educativo… el país entero en “homeschooling”… ¿Cómo crees que ha sabido reaccionar el sistema educativo a este gran desafío?

SN: Este ha sido un año realmente muy difícil desde la perspectiva de la planificación y gestión educacional. Durante los primeros meses de la pandemia no tuvimos una dirección clara ni planificada desde el nivel central de educación, por lo que como unidades educativas, fuimos reaccionando en base a la realidad que se iba presentado; fue mucho de ensayo y error. Por lo anterior, la implementación de planes de accion fueron surgiendo en base a los obstáculos que se presentaban en el momento. Sin la capacidad de anticipación, asunto clave en educación ya que, sin esta vital capacidad se cae en la improvisación lo cual es un asunto letal en educación. Sin embargo, pasados esos primeros meses  asumimos que esto venía para quedars y fue así que la mirada cambió y nos dimos cuenta de que estábamos ante un nuevo paradigma al cual debíamos hacerle frente.

Creo que muchas unidades educativas con equipos directivos de gran liderazgo, docentes y asistentes de la educación, compartiendo la misma visión y misión, lograron reaccionar a tiempo, generando estrategias y adecuaciones estructurales de manera intencionada, para que los estudiantes pudiesen aprender desde sus hogares a pesar de las grandes desigualdades digitales y de conectividad, además de factores de exclusión con los que muchas escuelas deben lidiar a diario. Junto a lo anterior hay decir que las familias han sido un aporte fundamental en todo esto; sin ellas todo el esfuerzo desplegado hubiese quedado solo en buenas intenciones. 

Voviendo a la médula de tu pregunta, no todo el sistema educativo ha sabido reaccionar, sino que solo algunos.

En términos educativos… ¿cómo crees que se reflejará esta falta de clases presenciales durante un año prácticamente completo?  

SN: Soy optimista. Este año dará otro tipo de buenos y maravillosos frutos, los cuales son  tan importantes como los  contenidos conceptuales. Con una buena articulación de diseño escolar se logrará nivelar el próximo año.

Sinceramente creo que lo más importante es que veremos que nuestros estudiantes han desarrollado la autonomía, el saber hacer y cómo hacer, como tambien la valoración de una multiplicidad de elementos claves: los amigos y amigas, la familia, la escuela, etc. 

El respeto a las normas, el autocuidado y el cuidado de los demás. En fin, veremos un montón de habilidades fundamentales para su desarrollo actual y para su vida adulta.

¿Lograremos “ponernos al día” durante el 2021? Si, de todas maneras podremos ponernos la día, no tengo ninguna duda de que asi será.  

Se acerca el día del profesor, un día de celebraciones… ¿Cuáles crees que son los grandes logros que podemos celebrar junto a ustedes en este año escolar tan distinto?

SN: Este año sacó a la luz de qué material estan echos los docentes… en nuestra escuela tuvimos que cambiarles el nombre a “más que maestros y más que maestras”, porque la nobleza, dedicación y amor hacia sus estudiantes y familias fue mas allá de lo que cualquiera hubiese imaginado. El temple de muchos “más que maestros” fue a todo límite y cada mañana, con esperanza y con amor, pero no con amor compasivo, sino que con amor lleno de visión, levantaron la bandera por una educación comprometida a pesar de las adversidades, el dolor del duelo y la incertidumbre de discursos politicos ambiguos y mediocres. 

Los docentes se opusieron a la brecha para dar lo mejor de sí por los hijos e hijas del país.