Rossana Cortés, Premio Mujer Impacta 2019, siempre le gustó el tema social. Participó en juntas de vecino toda su vida y desde temprana edad quiso hacer algo por los demás. 

La invitada especial de este martes del bloque semanal “Ciudadanas que impactan” en ADN Radio junto a los periodistas Aldo Schiappacasse y Sandra Zeballos quería hacer algo que transformara a Chile en un país mejor. Y lo logró. 

Con su pareja comenzó a idear la posibilidad de hacer algo por su entorno, un legado para la comuna de Tierra Amarilla, en la Región de Atacama. “Yo veía a los chicos jugando con los relaves mineros y me preocupaba, pero no sabía qué hacer al respecto”, comentó Rossana Cortés. 

El último catastro del Sernageomin cifra en 740 los relaves mineros existentes en la actualidad, los cuales están situados en diez regiones del país, en su mayoría en la región de Coquimbo y Atacama, donde vive Rossana. Del total, 170 se encuentran abandonados, 101 activos y 469 inactivos.

Una de las principales interrogantes que surge de la actividad minera en el país es cómo se están manejando los relaves, más aún pensando que Chile se encuentra en el tercer lugar del ranking de naciones con mayor número de depósitos en el mundo, solo superado por China y Estados Unidos. Según Sernageomin, en diez de las regiones del país existe un potencial riesgo para las poblaciones contiguas a los relaves. 

La oportunidad

Un día, sin embargo, se le presentó a Rossana Cortés la oportunidad de hacer algo: un grupo de empresarios chinos arribó a la localidad y le contó que en su país nunca dejaban residuos contaminantes en los espacios mineros. Fue entonces cuando Rossana tuvo la idea de realizar eco-adoquines hechos con ese material y mejorar la calidad de vida de su entorno. 

“Llegué a la conclusión de que sí se podía hacer algo. Empecé con los eco-adoquines de forma muy artesanal… Me faltaron lucas, pero he logrado, pese a todas las dificultades”, afirmó. 

Estos ladrillos ecológicos desarrollados por Rossana Cortés pueden utilizarse para construir plazas, caminerías y parques justo en esos sitios que hoy están ocupados por residuos contaminantes. 

“Los eco-adoquines son un producto con muy buena resistencia, puede ser usado incluso para reemplazar la pavimentación de las calles, porque soporta los vehículos. Es innovador, ecológico y seguro”, detalló Rossana Cortés.  

Todas las investigaciones arrojaron resultados favorables: Los ladrillos no son contaminantes y tienen una vida útil de más de una década.

“Creo que los eco-adoquines son una esperanza para una mejor calidad de vida”, planteó en el programa. 

Rossana Cortés no trató solo de hacer un aporte a Tierra Amarilla. También quería que sus hijos estuvieran orgullosos de ella.

 “Yo me había separado y quedado con mis cinco hijos, cuatro hombres y una mujer. Pero no tenía trabajo ni posibilidad de conseguirlo antes de los eco-adoquines. Por eso decidí entregarlos a su papá y a su abuela para que se hicieran cargo de ellos”, contó a ADN. 

Para ella, lo más importante es solo un pensamiento: el de sus hijos. “Espero que ellos piensen ‘pucha, mi mamá salió adelante’”, concluyó, emocionada.