Son años de historias que enmarcan el trabajo y la lucha de las mujeres por la igualdad y los derechos.


En 1977 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como el “Día internacional por los derechos de las Mujeres y la Paz”, pero la lucha por estos comenzó muchos antes.

 En la historia de la humanidad la mujer ha estado aparentemente ausente debido a los obstáculos impuestos en el pasado para su desarrollo académico, profesional o incluso personal, pero esto no quiere decir que no existieran mujeres relevantes que cambiaron el futuro. Todo lo contrario, son muchas las que alzaron la voz y decidieron dejar de ser invisibles.

  En el siglo XIX las mujeres se concentraron en lograr el derecho a voto, logro que no fue nada fácil conseguir. En 1848 se llevó a cabo la primera convención sobre los derechos de las mujeres en Nueva York y no fue sino hasta 1920 que se logró el derecho a voto en los Estados Unidos. En Chile la historia era otra, para la década de los años 20 aún era tema de debate.

  En nuestro país el año 1934 se aprobó el voto femenino para las elecciones municipales y tras largos años de espera y demandas, en 1949 se concedió el derecho a la mujer a las elecciones presidenciales y parlamentarias, las cuales se hicieron validar en 1952, año en el que fue electo Carlos Ibáñez del Campo. 

  Paralelamente las mujeres se iban sumando al mundo laboral. En Europa, millones de amas de casa equilibraron sus labores domésticas para también ser trabajadoras asalariadas. Esto como consecuencia de las dos guerras mundiales. La historia comenzó a cambiar, en algunos países la mano de obra femenina era representada por un tercio de los trabajadores.

  Según datos estadísticos de la Biblioteca Nacional de Chile, en 1907 las mujeres constituían casi un tercio de la población económica, el trabajo femenino se llevaba a cabo en fábricas y domicilios, representando entre uno y dos tercios de las mujeres mayores de 12 años.

   Una nueva era simbolizaba nuevos cambios y con ellos se consideró necesario dignificar el trabajo femenino, además de su formación y desempeño. Para finales de los setenta era cada vez más común ver a las mujeres en las empresas y en comercios desempeñando un sinnúmero de funciones. Sin embargo el salario no era ni la mitad de lo que ganaban los hombres en las dos primeras décadas del siglo XX. 

En la actualidad las mujeres representan una gran parte de la población universitaria y simbolizan una fuerte competencia, esto según la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD). En el 2019 en Chile más de 150.000 jóvenes postularon al Sistema Único de Admisión, el 56% de los postulantes fueron mujeres según cifras extraídas de Mineduc.

   Cada vez más se ve cómo evoluciona el rol de la mujer en la sociedad, sin embargo, hoy día siguen habiendo obstáculos para las mujeres alrededor del mundo. Todavía en el siglo XXI existen alrededor de 18 países donde las mujeres casadas no pueden desempeñar labores pagadas sin el permiso de sus maridos. Es por ello que la campaña de la ONU “Generación de igualdad: por los derechos de las mujeres y el futuro igualitario” exige la igualdad en la remuneración, el cese de la violencia y el acoso femenino en todas sus formas. 

 Estamos viviendo tiempos transitorios y el papel de la mujer sigue transformándose; son muchas las que han cambiado la historia y que incansablemente trabajan por hacer valer los derechos propios y el de los más vulnerables. Sin embargo queda trabajo por hacer y en Mujer Impacta lo sabemos, valoramos los esfuerzos de cada una de ellas, impulsamos sus iniciativas, damos a conocer su valentía y fortaleza. En Chile son muchas las que trabajan por una sociedad más justa e inclusiva y por ello las consideramos mujeres que inspiran, impactan y transforman realidades.  Conócelas y motívate a cambiar el mundo con pequeñas acciones que construyen sociedades más humanas.