Constanza del Río personifica una dura realidad: la de alrededor de 50.000 niños chilenos entregados en adopciones ilegales, y repartidos por el mundo, según cifras de la PDI. Después de que a los 39 años de edad sus padres le contaran que era adoptada, Constanza decidió transformar el dolor en una oportunidad de ayudar a otros en su misma situación, y crear Nos Buscamos, organización que busca reunir a personas adoptadas de manera irregular, con sus familias de origen.
“Fue un golpe muy fuerte pero, al mismo tiempo, sentí que al fin todo tenía sentido. En vez de caer en la rabia o en la victimización, sentí una ola de agradecimiento, tanto amor, tantos sacrificios, ¡mis papás adoptivos me dieron todo! Mi vida cambió para siempre y entré en una depresión fuerte, me fui de viaje sola a China y por allá empecé a ver quién era realmente yo y a darme cuenta cuál era mi misión”, cuenta.
Desde ese momento, todo cambió: su búsqueda personal por encontrar a la familia biológica se convirtió en una cruzada colectiva. “Fundé Nos Buscamos dos años después de enterarme que era adoptada. Fue una forma de trabajar con otros, no solo de perseguir mi búsqueda. Supe desde el principio que esta era una misión muy importante, algo que había esperado toda mi vida, y que mi búsqueda no solo sería la mía, sería la de miles”.
Su slogan es “el abrazo del reencuentro”. Para Constanza, reconocida por Fundación Mujer Impacta en 2018, el pago para las familias es siempre el abrazo. Con un equipo de más de 20 voluntarios, Constanza chequea los registros de adoptados y familias que se buscan en internet. El equipo de investigación analiza el caso y hace una reunión online para recabar más pistas, un plan de trabajo en conjunto con el afectado. “La búsqueda dependerá de cada caso, pero en general incluyen examen de ADN que antes podíamos entregar gratis, pero nos quedamos sin financiamiento”, afirma.
A la fecha, Nos Buscamos ha logrado unir a más de 200 familias. Sin embargo, aún existen miles de familias separadas que no logran encontrarse. Por lo mismo, el derecho a que familias puedan darse “el abrazo del reencuentro”, continua siendo el objetivo primordial por el cual Constanza lucha diariamente.