El 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer con el fin de crear consciencia, a nivel colectivo e individual, para fortalecer las acciones dirigidas a reducir el impacto de esa enfermedad.

En Chile, el cáncer es responsable de 23% del total de muertes anuales, constituyendo la segunda causa de mortalidad después de las enfermedades del aparato circulatorio. Y los tumores más frecuentes, tanto desde el punto de vista de la mortalidad, como de la carga de enfermedad son en el estómago, pulmón, vesícula, colon, mama, próstata y cervicouterino.

Sabiendo la importancia de ahondar en este tema y apoyar a las distintas personas que padecen de cáncer en el país, en Mujer Impacta agradecemos a nuestras premiadas que, de una u otra manera, han trabajado de cerca con esta temática.

Estas son sus historias:

CAROLINA GALAZ (Mujer Impacta 2016): Durante un viaje a EE.UU. se volcó a trabajar en programas de desarrollo de la creatividad artística para niños en situación de calle y en cuidados paliativos con cáncer terminal, ayudándolos a identificar, expresar y elaborar sus emociones. Regresó a Chile convencida que la creatividad es una herramienta poderosa para la vida y que todos la pueden potenciar y desarrollar. A través de La Caracola, acompaña a niños y adolescentes con cáncer en la red de hospitales de la salud pública. Con su metodología, busca mejorar su calidad de vida lo más posible, dado el contexto de su enfermedad.

MARCELA ZUBIETA (Mujer Impacta 2018): Una de sus hijas fue diagnosticada al año y medio con un tumor cerebral. En ese tiempo no había ningún tratamiento disponible en Chile para ese tipo de cáncer y el único lugar que se le ofreció una posibilidad fue el St. Jude, en Estados Unidos. Su hija finalmente perdió la batalla y murió en los brazos de su madre, quien, al día siguiente de los funerales, junto a su marido y otros padres, inició la creación de la Fundación Nuestros Hijos. La fundación comenzó sus labores mejorando las condiciones de la sala de espera del Hospital Exequiel González Cortés, en Santiago. Hoy cuentan con unidades oncológicas en varios recintos de salud pública, establecimientos de atención ambulatoria, casas de acogida, un centro de rehabilitación de última generación, escuelas hospitalarias (reconocidas por el Ministerio de Educación) y diversos programas de apoyo, tanto para los niños como para sus familias, en distintas regiones de Chile.

PAOLA GATEÑO (Mujer Impacta 2019): Cuando viajó a Europa, se percató de que la reconstrucción estética oncológica estaba muy avanzada y le permitía fusionar su pasión por el arte con su eterna preocupación por el otro. Al regresar a Chile, decidió crear la Fundación de Estética y Micropigmentación Paramédica y Oncológica (FEMPO), donde llegan mujeres en distintas etapas de su enfermedad a recibir un maquillaje artístico permanente y procedimientos para borrar las cicatrices del cáncer de mama.

ELENA BOLADOS (Mujer Impacta 2020): Años atrás Elena vivió la triste muerte de su ahijado por cáncer desde muy cerca, ya que decidió cuidarlo y ayudarlo en sus traslados a la capital para sus tratamientos. Fue en ese momento que se dio cuenta lo difícil que es para una persona de regiones poder tratarse y esto la motivó a dirigir sus esfuerzos en lograr un Centro Oncológico para adultos y niños, el que se espera que para el 2024 esté terminado. En 2013, ella gestionó la Organización de Padres de Niños Oncológicos, donde se les da ayuda en recursos, pañales, útiles, acompañamiento, reembolso de pasajes y apoyo psicológico a los padres durante el tratamiento de sus hijos. Ella es, además, auxiliar de aseo de las carreras de salud de la Universidad Pedro de Valdivia de su zona y fue precandidata a la Convención Constituyente.

MÓNICA ARTEAGA (Mujer Impacta 2020): Al vivir el cáncer de su tercera hija y posteriormente de su marido, tuvo que ir fuera de Chile a tratarlos en cada ocasión, lo que la obligó a estar por largos meses lejos de sus otros hijos. Esto la inspiró hace 19 años a crear la Fundación de Ayuda al Niño Oncológico Casa Sagrada Familia, que cuenta con una gran casa de acogida y puede recibir simultáneamente a 30 niños con su apoderado. Han acogido a más de 400 familias a lo largo de todos estos años y actualmente están empezando otro desafío: empezar la construcción de un Hospice pediátrico, primero y único en Chile y América del Sur, lugar donde recibirán a niños que estén en la etapa final de vida.