Cuando el menor de sus tres hijos cumplió 3 años, Evanyely Zamorano, abogada y coaching empresarial, tomó la decisión de retomar su vida laboral fuera de casa y no solo dedicarse por completo a la crianza de Alan, Katherine y Máximo. Sin embargo, el destino le tenía preparado un camino completamente distinto. Fue el 22 de mayo de 2018 cuando recibió la noticia más terrible de su vidas: su hija Katy, de 16 años, se suicidó tras haber sido víctima de un cruel acoso cibernético por miembros de su comunidad escolar. “Lo laboral no me interesaba, ni tampoco comer, durante varios meses. De haberme sentido en el cielo mismo, caí en un aterrizaje muy duro. Me dolía respirar y no sabía cómo armar un nuevo proyecto de vida, o si quería seguir viviendo”, recuerda.

Sin embargo, poco a poco la decisión de Katy le mostró un nuevo camino: “nos hizo darnos cuenta de una grave, silenciosa y muy cercana realidad, que inesperadamente y sin piedad nos miraba de frente y nos mostraba la vulnerabilidad de ella y muchos jóvenes más expuestos a ser dañados en forma irremediable por la agresión de otros”.

El dolor de perder a su hija los llevó, junto a su familia, a investigar todo lo que pudieron sobre acoso, ciberacoso y tasas de suicidio, notando que cada vez más jóvenes fallecían en Chile por la misma causa. “Nos preguntamos qué habría hecho Katy si la víctima hubiese sido una amiga suya, hasta que un día, encontramos una poderosa frase en uno de sus tantos cuadernos: ‘Me puedes disparar con tus palabras, cortar con tu mirada, matar con tu odio, pero, aun así, como el aire, me levantaré’. Lo sentimos como un mensaje directo y nuestras opciones se hicieron cada vez más claras”, detalla.

Un año después del fallecimiento de su hija, nació la Fundación Summer, que tiene por objetivo combatir el acoso y ciberacoso en comunidades escolares y prevenir el suicidio juvenil. Entre otras cosas, su apuesta es contar con “testigos salvadores”, personas que sean capaces de alzar la mano ante los casos de violencia y la frenen. Por esta labor, Evanyely Zamorano fue reconocida por la Fundación Mujer Impacta en 2020. “Como fundación, buscamos que quienes sepan de estos casos, sean testigos salvadores. Es que si no hay denuncias, no pasó nada. Necesitamos que las personas comiencen a denunciar para que los profesores o adultos a cargo tomen acciones cuando hay violencia o ciberacoso. Hagan ruido. A veces con una denuncia basta para levantar alertas y evitar tragedias”, asegura.

Hoy, la Fundación Summer es una de las principales fundaciones chilenas de prevención del ciberacoso y el suicidio juvenil. Evanyely ha realizado cientos de charlas a distintas comunidades educativas a lo largo de Chile; desarrollado una serie de estudios con entidades públicas y privadas; participado en la capacitación de profesionales del Programa Apoyo a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito y en el comité que asesora al Presidente en la formulación de orientaciones y programas contra la violencia digital. En paralelo, ha atendido gratuitamente a cientos de casos de acoso escolar e ideación suicida, algunos de otros países de Latinoamérica.

“Creo que trabajando con comunidades escolares podemos prevenir el ciberacoso y el suicidio juvenil en Chile y evitar que otras familias pasen por lo que la nuestra pasó”, dice Evanyely Zamorano. “Necesitamos poder actuar en conjunto, y para eso es necesaria la sensibilización y la conciencia de la consecuencia de nuestras acciones. La idea es que nuestro nivel de involucramiento no sólo se mantenga, sino también aumente”, concluye.