El mundo que conocemos… o que creíamos conocer, nos ha demostrado lo que está más allá de nuestro alcance, de nuestras decisiones, de nuestras voluntades. 

De un día para otro todo cambió: la forma en que vivimos, las prioridades y restricciones, las formas de trabajar, de comunicarnos, las necesidades. Y entonces, y un poco inevitablemente, también tendremos que cambiar nosotros para volver a sentirnos seguros y a gusto en este nuevo contexto.

Este momento nos ofrece la posibilidad de transformar nuestro mundo mediante otras herramientas, convirtiéndolo en aquello que soñamos y que nos permita ser quienes realmente queremos ser.  

Es aquí donde entrará en juego un factor fundamental: LA CREATIVIDAD. Y es clave partir de la premisa de que el ser humano es potencialmente creativo. Algunas personas tienen esta faceta más desarrollada… pero finalmente todos, de una u otra forma, podemos estimular nuestra imaginación para aplicarla a la vida cotidiana y sorprendernos a nosotros mismos. 

Partamos con la inspiración: 

Involúcrate con tu entorno. Conoce el lugar donde vives. ¿Qué objetos te rodean día a día? ¿Cuáles son tus texturas y olores preferidos? ¿Qué colores llaman tu atención? ¿Qué cosas te perturban? ¿Te gusta la iluminación de tu hogar? ¿Cuál es tu ventana preferida para conectarte con el exterior durante el confinamiento?
Tal vez esa funda de almohada desteñida y manchada, que hace rato piensas en reciclar, simplemente sigue allí porque para ti representa algo especial y te hace sentir seguro y confortable en tu espacio. Y quizá ese abrigo que en un comienzo pareció fascinante pero sólo utilizaste una vez, simplemente no te convence y es hora de que abrigue a alguien más. Entonces… adiós abrigo. Aprende a soltar y a valorar lo realmente importante.

Haz de las pequeñas cosas, grandes historias. Lavarse los dientes puede ser simplemente eso… o también puede convertirse en una increíble actividad familiar. ¡Tal vez podemos jugar al odontólogo con nuestros hijos (o por qué no solos o en pareja), podemos aprender los nombres de los dientes, podemos cepillarnos unos a otros, podemos divertirnos jugando manchándonos la nariz con un poco de la espuma de la pasta de dientes y podemos hacer caras y sonrisas en el espejo con la boca llena de burbujas! 

Sin duda, si nos ponemos un poco creativos, podemos potenciar cada uno de los pequeños espacios que vivimos como momentos rutinarios y explotarlos al máximo, sacarles todo el provecho y volverlos una ocasión de entretención, conexión y alegría. 

Bajo esta misma línea… profundiza. Todo lo que hemos ido mencionado está relacionado con nuestra salud mental, nuestro bienestar general y nuestro estado de ánimo. Cuándo le preguntamos a alguien: “¿cómo estás?”… esa pregunta puede ir mucho más allá, al igual que la respuesta. Todos estamos viviendo altibajos emocionales y la profundización nos puede llevar a lugares nuevos, creativos, que creíamos conocer de familiares, amigos o de nosotros mismos… solo es cuestión de dejarse llevar, de abrir la mente, de indagar y no conformarse con lo simple o cotidiano. 

Este puede ser un gran momento para dar lugar al cariño. No sólo entre personas o con nuestras mascotas. Es un excelente momento para abrazar nuestra creatividad, apretarla fuerte y nunca más dejarla ir. Los tiempos como estos que estamos viviendo, que traen incertidumbre, necesitarán de nosotros nuevas y creativas perspectivas para resolver temas que nunca antes se habían puesto en la mesa. Cuando cambia el contexto, cambian los problemas y con ello la necesidad de nuevas respuestas requerirá explorar ámbitos en los que no habíamos incursionado. Como dice la famosa frase… “si buscas resultados diferentes, entonces no hagas siempre lo mismo”. 

Sigue adelante. Sal de tu zona de confort. Tal vez te sientas frustrado porque no has podido continuar tus actividades laborales del mismo modo en que lo hacías hasta hace unos meses. Entonces será momento de hacer un “stop” (muy cortito) para volcar tus ideas al papel y transformarlas en realidades alternativas, que atiendan a nuevas necesidades surgidas en este nuevo escenario. Será momento de encontrar pasiones antes inexistentes para ti, encender nuevos motores, y ver qué otros caminos se abren hacia los lados. 

Es momento de desafíos. Prueba nuevas habilidades y utiliza nuevos recursos. Esa creatividad finalmente no será más que conocerte en facetas de ti mismo que no habías explorado: grábate hablando sobre algo que te apasione, sácate fotos, escribe y léete unas horas después, canta una canción a los gritos desde tu ventana, cocina algo distinto y cómelo con los ojos vendados. Desafíate a hacer cosas que abrirán tu mente. 

Muchas veces hemos escuchado la famosa frase: “pensar fuera de la caja” y tal vez no se trata solo de eso… en términos creativos podemos continuar en esta caja (si la pandemia puso a nuestras ideas en cuarentena) pero pensar con qué otras cosas rellenarla, a quién podemos regalársela, cómo podemos ampliarla o achicarla, de que color podemos pintarla. 

El único recurso ilimitado que tenemos es nuestra mente y sólo nosotros podemos ponerla en movimiento para que aflore la imaginación logrando que el mundo que nos rodea vuelva a ser un lugar creativo y auténtico. 

Recapitulemos:

  • Suelta
  • Valora
  • Inspírate
  • Involúcrate
  • Profundiza 
  • Encaríñate
  • Desafíate
  • Conócete

Sigue adelante, que hay un mundo nuevo esperando por tu mejor versión de ti.