“¿Quiénes son las personas con discapacidad? Durante mucho tiempo, la respuesta obvia ha sido apuntar a personas ciegas o sordas, en silla de ruedas o un niño con síndrome de Down. Son ‘ellos’. Es algo dentro de sus cuerpos. Pero ¿y si esto está mal? ¿Qué pasa si esa forma de entender las discapacidades hace que la inclusión de este colectivo social sea mucho más difícil?, comienza un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a propósito del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora el 3 de diciembre. 

De acuerdo con el BID, es necesario separar las discapacidades de las personas y situarlas en la relación que existe entre la deficiencia y las barreras presentes en su entorno.

En todo el mundo, uno de cada ocho adultos en el mundo vive con alguna discapacidad, es decir, más de 1.000 millones de personas. En América Latina y el Caribe, la proporción es similar, y se calcula que representan alrededor del 13% de la población total, según el BID.

En Chile, el último Estudio Nacional de Discapacidad, de 2015, reveló que hay alrededor de 2,6 millones de personas con algún tipo de discapacidad. 

Pamela Prett, directora de Ciudad Accesible y Premio Mujer Impacta 2016, aseguró que estas personas “enfrentan diariamente barreras físicas y de comunicación que les impiden desenvolverse en igualdad de condiciones”. “Hablar de inclusión conlleva la necesidad de asumir que el eje y pilar de los derechos de las personas con discapacidad es la accesibilidad universal. Una obligación pendiente que compete tanto al Estado como a la sociedad”, afirmó.  

Un reciente estudio realizado por la Fundación Chilena para la Discapacidad sobre conductas de participación social y ciudadana de personas en situación de discapacidad dio a conocer que un 52,1% de los encuestados declara haber experimentado algunas veces obstáculos o barreras que obstaculizaron su participación social y ciudadana, mientras que un 27,9% dice haberlo vivido muchas veces.

Educación y trabajo

Andrea Zondek, fundadora y directora de la Fundación Tacal y Premio Mujer Impacta 2014, planteó, por ejemplo, que en materia escolar “estamos absolutamente al debe y no contamos con una legislación que permita que niños se eduquen en los establecimientos que deseen. Aún hay mucha discriminación y prejuicios que los excluyen de este derecho”. 

Según cifras oficiales, una de cada dos personas con discapacidad termina la enseñanza básica, una de cada 10 la educación media y solo una de cada 20 ingresa a la educación superior. 

Pese a eso, Andrea Zondek destacó que respecto a la inclusión y el derecho de obtener un trabajo “estamos mucho mejor, pues contamos con una ley (la 21.015) que obliga a toda empresa de más de 100 trabajadores a contar con el 1% de personas con discapacidad entre sus empleados”.

“Esto ha permitido que muchas personas con discapacidad hoy accedan a un empleo, pueden participar en igualdad de condiciones que las personas sin discapacidad; puedan armar su familia, etc.”, añadió Andrea Zondek. 

Asimismo, expertos del área estiman que la reciente promulgación de la Ley 21.275, que exige contar con un experto certificado en inclusión en el área de Recursos Humanos de las empresas, marcará la diferencia de derecho al empleo en todo el país. 

Según el BID, incluir a las personas con discapacidad no solo es una cuestión de derechos, sino también de crecimiento económico: en países como Chile, Costa Rica y México, se estima que incluirlas al mercado laboral aumentaría el PIB entre un 2% y un 3%.

Sonia Castro, presidenta de la Fundación Mamá Terapeuta y Premio Mujer Impacta 2019, afirmó que, en materia legislativa para personas con discapacidad, Chile está “muy bien, a primer nivel, pero todo eso queda en el papel”. De acuerdo con ella, “es muy importante la visibilidad, que tengamos que estar presentes en todas las políticas públicas, en todos los acontecimientos, sin tener que luchar cosa por cosa como es hoy”. 

Actualmente, un proyecto de ley que busca que el 5% de los cupos en las candidaturas a la Convención Constitucional sea reservado para personas con discapacidad sigue en trámite, tras su aprobación general en julio. Aun así, varias organizaciones ya han empezado a debatir candidaturas de cara al proceso. 

Sonia Castro recalcó la importancia de la fiscalización del cumplimiento de las leyes de inclusión. “La responsabilidad suele recaer en la sociedad civil, en las personas con discapacidad y sus familias, que ya estamos sobrecargados”, insistió. 

Pese a todo, Andrea Zondek es optimista: “Aún tenemos mucho que hacer para ir eliminando los sesgos y prejuicios, pero no cabe duda alguna que estamos mucho mejor que hace 10 años y que nacer hoy con una discapacidad es mucho más fácil que lo que era en aquel entonces”.