Un minimarket, una empresa de extintores, colegios, salas cunas, una corporación para mujeres emprendedoras… Rosa Tamsec es alguien que ha dedicado su vida a formar empresas e iniciativas que apoyen a la sociedad. 

Premio Mujer Impacta 2017, esta mujer de 70 años fue la invitada de esta semana del programa “Ciudadanas que impactan”, un bloque en el cual participa la directora de nuestra fundación, María Paz Tagle, todos los martes a las 11:00 en ADN Radio con los periodistas Aldo Schiappacasse y Sandra Zeballos.

En momentos en que los emprendedores se han enfrentado a una serie de desafíos para seguir adelante tras el estallido social de 2019 y la pandemia del nuevo coronavirus que todavía persiste, Rosa conversó con Mujer Impacta sobre cómo emprender en Chile, los principales desafíos y las oportunidades existentes. 

MI: ¿De qué forma ser parte de Mujer Impacta te ha apoyado en esos distintos procesos? 

Mujer Impacta me ha entregado capacitación y orientación en muchos temas, a través de talleres, seminarios y encuentros con mujeres extraordinarias.

Me he ido formando y también me ido concientizando en la necesidad de que las mujeres ocupen el rol que les corresponde en la sociedad y en el mundo empresarial.

He aprendido que, al igual que yo, hay muchas otras mujeres muy valiosas que han hecho un tremendo aporte al país y eso es muy gratificante, conocerlas, conocer sus experiencias de vida, sus visiones de la vida me han hecho crecer”.

MI: ¿Cuáles son las mayores dificultades a las que se enfrentan quienes quieren emprender en Chile? 

RT: “Creo que existen numerosas dificultades para emprender en nuestro país. De partida, todo el ecosistema de emprendimiento e innovación es lejano a la realidad de muchos emprendedores con buenas ideas que no saben a quién dirigirse. 

Es decir, el desconocimiento de los emprendedores respecto de los sistemas de apoyo ya sea del Estado como de instituciones privadas, es un gran problema.

También es una dificultad el acceso a financiamiento, porque los bancos y otras instituciones financieras exigen garantías, experiencia y respaldo para iniciar cualquier negocio. 

Y eso no lo pueden tener los emprendedores, menos los más jóvenes o las mujeres, que pueden hacer un tremendo aporte al desarrollo de nuestras localidades. 

Para la gente de regiones esto se ve aún más agravado, porque el nivel de centralismo que hay en Chile hace aún más dificultoso el acceso a créditos, a instrumentos de fomento del Estado y a sistemas de apoyo.